La píldora del día después
19 de enero de 2014
La "píldora del día después" –un método de contracepción postcoital –es el primer recurso del que se valen mujeres en situaciones de emergencia. Por ejemplo cuando se ha roto el preservativo, olvidado tomar la píldora anticonceptiva, o hasta incluso en el caso de una violación. Los médicos en Alemania prescriben este medicamento 400.000 veces al año y un tercio de las mujeres que lo toman son menores de veinte años.
El caso de una joven de Colonia, que acudió a un hospital católico tras haber sido violada, ocasionó protestas en los medios de comunicación. Este hospital le había negado –por temor a romper con las normas de la Iglesia católica –la "píldora del día después". La norma eclesiástica a la que se hace referencia es el rechazo absoluto al aborto.
La Iglesia católica da el sí
Ha pasado casi un año desde entonces, pero el asunto no quedó allí nada más y abrió un debate sobre el tema del aborto. La indignación con el cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia, fue grande. A los pocos días, el arzobispo admitió que se habían cometido errores e implementó un cambio de norma. A comienzos del año pasado, la Conferencia Episcopal anunció el acuerdo oficial: en caso de una situación crítica de emergencia, los hospitales católicos pueden prescribir la “píldora del día después”, bajo la condición de que el medicamento sea una medida anticonceptiva y no abortiva.
¿Cuándo comienza la vida humana?
Peter Dabrock, catedrático de Teología en la Universidad de Erlangen, habló con DW respecto al tema. Exponiendo la posición de la Iglesia Evangélica, dice que la prevención es el mejor método de anticoncepción. Sin embargo, reconoce que hay situaciones que justifican otras medidas, como en un caso de violación o si no existe el deseo de tener hijos. Dabrock plantea que la pregunta básica para tratar el tema de la píldora es: ¿Cuándo comienza la vida humana? Y más aún: ¿Cuándo comienza la protección de la vida humana? El teólogo explica que hay una diferencia entre la fase de fecundación del óvulo y la fase de su implantación en el útero. Factores biológicos y sociales influyen si tiene lugar o no la implantación del embrión. Es por eso que se puede considerar la fase previa como una que requiere menos protección vital.
En el debate sobre este anticonceptivo de emergencia muchas veces se omite el hecho de que puede ser adquirida en 79 países del mundo sin la necesidad de una prescripción, incluso en Irlanda, país muy apegado a las normas católicas. Alemania, Polonia e Italia son los únicos países europeos que mantienen el anticonceptivo sujeto a prescripción médica.
Diferentes anticonceptivos de emergencia
Además de la “píldora del día después”, existen diferentes métodos de contracepción postcoital. Mifeyne es una píldora abortiva que se puede adquirir en Alemania. Esta píldora, elaborada del compuesto sintético Mifepristona, impide la implantación del embrión en el útero y puede interrumpir un embarazo hasta varias semanas después de la fecundación. Los efectos secundarios para las mujeres son con frecuencia muy dolorosos.
Un dispositivo intrauterino (DIU), que puede aplicarse hasta cinco días después del coito, tiene igualmente, un efecto abortivo. Solo que en este caso lo que evita la implantación del embrión, es el recubrimiento de cobre que tiene el dispositivo. La Iglesia católica prohíbe todos estos tipos de métodos anticonceptivos ya que, según ella, la vida humana comienza con la fusión del óvulo y el espermio.
Un comité de expertos que investigó el Levonorgestrel en 2003 había recomendado que se autorizara la venta libre del producto. Esto fue rechazado por la ex ministra de Salud, Ulla Schmidt, que estaba en contra de cambiar el respectivo decreto. Ahora la decisión está en manos del Gobierno Federal. De modo que es concebible que la posición actual no cambie.