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Pablo Heras Casado dirige la Novena de Beethoven en Berlín

María Santacecilia20 de diciembre de 2013

Barenboim saludará 2014 con la Filarmónica de Viena en el concierto de Año Nuevo. Su orquesta, la Staatskapelle Berlín, queda en manos de Pablo Heras Casado, que dirige la Novena de Beethoven en dos conciertos.

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Imagen: Felix Broede

No ha sido un mal año para el director Pablo Heras-Casado (Granada, España, 1977). Tras su debut en el Metropolitan de Nueva York con un Rigoletto acogido con excelentes críticas, recibió en EE.UU. el premio al Director del Año otorgado por la publicación Musical America. Su cosecha culminará poniéndose al frente de la Staatskapelle Berlín para dirigir la Novena Sinfonía de Beethoven en el habitual concierto de Año Nuevo que ofrece la formación alemana.

El propio Daniel Barenboim instauró hace años la tradición de interpretar con su orquesta la célebre obra beethoveniana en estas fechas. En esta ocasión, el director de origen argentino estará cumpliendo otro compromiso: invitar al mundo a bailar el vals desde el podio de la Filarmónica de Viena, en el mediático concierto de Año Nuevo que ya tuvo oportunidad de dirigir en 2009. En aquella ocasión, Barenboim cubrió su ausencia en Berlín cediendo la batuta a Gustavo Dudamel. Esta vez toma las riendas un músico todoterreno, Pablo Heras Casado.

Toca usted música de todos los géneros, estilos y épocas. Usted pulveriza ese dicho de que "quien mucho abarca poco aprieta..."

Yo no creo en eso… Pienso que hay que trabajar de forma comprometida, seria y disciplinada. Cuando uno se prepara conscientemente y con pasión sobre algo que es de su interés, la clave está en trabajar e integrar todo lo que hace. Cuando se es artista, no cabe la especialización. Es como si un arquitecto hiciera solo aeropuertos o un pintor abordara solo el pequeño retrato. Es verdad que en nuestra época se ha hablado mucho de la especialización, pero con nuestra perspectiva histórica hay interés hacia distintos períodos. El artista debe estar preparado para todo, porque tenemos acceso a un espectro de cinco siglos de música.

Parece usted inaugurar un perfil nuevo en el mainstream de la dirección de orquesta: el director todoterreno.

No soy consciente de ello y no me preocupa si soy el primero o el segundo… Las orquestas también se van abriendo cada vez más a nuevos repertorios. Y el público. Llegará un tiempo, quizá, en que este perfil mío sea lo normal entre los directores.

Pero usted no enfrentará igual una Novena de Beethoven con la Barroca de Friburgo que una Novena de Beethoven con la Staatskapelle de Berlín o con la Orquesta del Teatro Mariinski.

La flexibilidad es esencial y esta cualidad viene dada por la experiencia: he trabajado muchos repertorios con muchos tipos de grupos. Yo quiero sacar lo mejor de cada formación, sin pretender acercar el sonido de la Orquesta del Mariinski al de la Barroca de Friburgo.

Pablo Heras Casado se caracteriza por abordar música de todos los géneros, estilos y épocas.
Pablo Heras Casado se caracteriza por abordar música de todos los géneros, estilos y épocas.Imagen: Felix Broede

En ese sentido, también hay que ser un poco camaleón para adaptarse a cada orquesta sin tratar de imponer un sello: el sello Pérez, el sello García, el sello Heras Casado…

No, es que eso a mí no me interesa. El sello lo ponen Bach, Stravinski o Stockhausen. No hay nada más allá de los creadores…

Al margen de técnicas de interpretación, ¿qué nos puede decir a las puertas de 2014 una obra como la Novena de Beethoven?

Las grandes obras de arte traspasan fronteras, sensibilidades, emociones y culturas. Hablan de valores universales. Las bodas de Fígaro, la capilla Sixtina, las grandes construcciones arquitectónicas o la Novena de Beethoven transmiten valores esenciales del hombre y de la humanidad. Es una forma de acercar al mundo la esencia del ser humano. También en este siglo necesitamos este tipo de arte, que habla a la gente por igual a través de los siglos y de las fronteras. Es una maravilla que la Staatskapelle Berlín tenga instaurada la tradición de tocar en estas fechas la Novena de Beethoven, que suele dirigir Daniel Barenboim en una costumbre que se remonta a caída del Muro de Berlín. No se me ocurre mejor manera de saludar al año nuevo.

Desde su carrera internacional ya consolidada, ¿cómo ve la situación cultural en España? Parece que cunde el desánimo entre los músicos debido a los recortes provocados por la crisis...

No estoy mucho por allí, pero creo que hay más preocupación que desánimo. La crisis se ha notado allí de forma más acusada, pero también en Alemania y EE.UU. hay que cambiar algunos hábitos, ciertas fórmulas que quizá no sean las que más convienen si queremos que esto siga adelante. Las crisis se producen de forma periódica, y en esos momentos hay que reinventarse. Entre todos hay que buscar soluciones. Por supuesto que la situación en España me preocupa y la crisis aún no ha terminado. Además, no se sabe cuándo puede llegar algún necio entre quienes ostentan el poder y tomar una decisión inadecuada. Pero creo que los artistas y el público han encontrado salidas para que todo siga adelante y en España se están salvando los muebles bastante bien.