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Parlamento reelige a Sergio Mattarella presidente de Italia

30 de enero de 2022

Mattarella será el segundo jefe del Estado italiano reelegido, después de Giorgio Napolitano en 2013, algo poco común en la historia republicana italiana.

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Italien Präsidentenwahl | Sergio Mattarella
Sergio Mattarella (centro) imagen de archivoImagen: Paolo Giandotti/Italian Presidency/REUTERS

El presidente italiano Sergio Mattarella fue reelegido este sábado (29.01.2022) por el Parlamento, al cabo de un maratón de votaciones que pusieron en evidencia las divisiones de la coalición gubernamental en un periodo crucial de reactivación económica pospandemia.

Mattarella, de 80 años, fue reelegido para un periodo de siete años, al alcanzar una amplia mayoría de 759 votos sobre un total de 1.009 senadores, diputados y dirigentes regionales habilitados para participar en el sufragio.

La reelección de Mattarella garantiza una fase de estabilidad política, y asegura también el mantenimiento en su cargo del primer ministro, Mario Draghi, quien en un momento figuró entre los favoritos para la presidencia.

Aunque las funciones del presidente son esencialmente honorarias en Italia ya que se rige por el sistema parlamentario, para el delicado cargo, con el poder de disolver el Parlamento, se suele escoger a una personalidad de renombre, con notables capacidades de mediación y que esté por encima de los partidos.

Draghi, de 74 años, para muchos era el hombre ideal para ese cargo, pero su eventual traslado a la presidencia hubiera desencadenado una grave crisis política ante la necesidad de buscar otro jefe de gobierno apoyado por la misma amplia coalición que actualmente lo sostiene, que incluye a todos los partidos con bancadas parlamentarias, exceptuando la ultraderecha de Hermanos de Italia.

"Se trata de una noticia maravillosa para los italianos", reaccionó Draghi ante la reelección de Mattarella.

Los partidos políticos no pudieron ponerse de acuerdo sobre una candidatura alternativa durante las siete primeras rondas de votaciones iniciadas el pasado 24 de enero.

Mattarella, que concluye el 3 de febrero su primer mandato, en numerosas ocasiones aseguró que no quería ser reelegido para otro septenio, pero este sábado, a pedido de los partidos, manifestó que aceptaba ante el bloqueo en el Parlamento para nombrar a su sucesor.

"Las circunstancias lo han obligado a aceptar ante la impotencia de los partidos", explicó Massimo Franco, editorialista del diario Il Corriere della Sera.

Mattarella será el segundo jefe del Estado italiano reelegido, después de Giorgio Napolitano en 2013, algo poco común en la historia republicana italiana.

Para Guido Cozzi, economista de la Universidad de St. Gallen, "una extensión del mandato de Mattarella es ideal para los mercados financieros".

Y con Draghi al frente del gobierno, la inyección de fondos europeos y las inversiones previstas están "garantizadas por segundo año consecutivo", explicó a la AFP. 

Puede renunciar cuando lo estime conveniente

Según la prensa, Draghi se reunió largamente con el jefe de Estado el sábado para convencerlo de que aceptara un nuevo mandato "por el bien y la estabilidad del país".

Aunque ha sido elegido para un nuevo mandato de siete años, puede renunciar cuando lo crea conveniente.

La reelección de Mattarella, que recibió el visto bueno de casi todas las grandes formaciones italianas, con excepción de la derechista Hermanos de Italia, representa también una derrota para los políticos, profundamente divididos e incapaces de lograr un acuerdo.

Tanto Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, que fracasó el viernes al proponer sin los votos necesarios a la presidente del Senado, Elisabetta Casellati, como el multimillonario Silvio Berlusconi, quien tuvo que retirar su candidatura, optaron por pedir "un gran sacrificio" a Mattarella.

Enrico Letta, el líder del progresista Partido Democrático, manifestó también su satisfacción por el resultado, después de que logró mantener la unidad de su partido y dejar que el bloque de derecha, superior numéricamente en el Parlamento, se desgastara ante su incapacidad para imponer un candidato.

Mattarella, que la ha tocado hacer frente a un tumultuoso mandato de siete años, con cinco gobiernos diferentes, además de la pandemia de coronavirus, es una figura que une.

Siciliano, ex magistrado del tribunal constitucional, es apreciado por todos los partidos y es posible que permanezca en el cargo al menos un año, de manera que el país llegue a las elecciones generales de 2023.

Eso permitirá a Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, continuar su política para la reactivación económica tras la pandemia y administrar los colosales fondos asignados por la Unión Europea.

Italia cuenta con casi 200.000 millones de euros (222.000 millones de dólares) de fondos de la UE y debe llevar a cabo una serie de reformas aplazadas en numerosos sectores.

mg (afp, efe)

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