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Perú, elecciones de infarto

Carolina Chimoy, desde Lima10 de junio de 2016

Se sabía que el cómputo de la segunda vuelta electoral en Perú arrojaría un resultado con muy poca diferencia. Y los peruanos siguieron cada nuevo recuento como si se tratase de un partido de fútbol.

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Imagen: picture alliance/ZUMA Press/Andina

Los últimos votos que faltan del extranjero provienen de Hamburgo. Faltan las actas de Alemania” : estas fueron las palabras de Mariano Cucho, el presidente de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, poco antes de terminar el conteo de las actas. En esa ciudad del norte de Alemania viven alrededor de 2.500 electores peruanos. En toda Alemania poco más de 6.000 potenciales electores. Las actas de este país eran las últimas que faltaban por llegar de Europa, el segundo continente después de América donde más peruanos viven. La comunidad peruana en Alemania votó con un claro 78 por ciento a favor de Pedro Pablo Kuczynski.

Si bien solamente hubo una participación de aproximadamente 50 por ciento del total de peruanos en el extranjero, estos votos, sumados a los 290 que faltaban de la Amazonía peruana, fueron el último peso que inclinó la balanza.

El voto por la democracia

Los peruanos en el extranjero y todo el Perú dieron su voto por la democracia”. Eso es lo que opinan varios expertos en el país. Con ello ponen en evidencia su espíritu antifujimorista, calificando de antidemocrático un posible gobierno de la Fuerza Popular de Keiko Fujimori.

Si bien es cierto que en Perú, como en la mayoría de las democracias latinoamericanas, el sistema político presidencialista concentra el poder en una persona, no hay que olvidar la fuerza e importancia que finalmente tiene un Parlamento unicameral en la política peruana. Del Congreso integrado por 130 escaños, que se inaugurará el 28 de julio, 73 pertenecen a Fuerza Popular y 20 al partido de izquierda Frente Amplio, los restantes 16 escaños se los reparten otros 3 partidos. Es importante recordar que la líder de Frente Amplio, Verónica Mendoza, se convirtió en la tercera fuerza de la primera ronda electoral de abril y que solamente por el 2 por ciento de los votos no llegó a ser la adversaria de Keiko Fujimori en las segunda vuelta.

El panorama a futuro

Quedan, pues, en el Parlamento peruano dos partidos totalmente opuestos y un conglomerado de pequeños grupos políticos bajo la estrecha sombrilla del partido de Gobierno, Peruanos por el Kambio, de Pedro Pablo Kuczynski. Su tarea de mediador será central para tender puentes entre ellos. Al mismo tiempo, es probable que el nuevo presidente del Perú, PPK, quiera proponer un pacto con Fuerza Popular. No un acuerdo para repartirse puestos políticos, sino un compromiso para poder gobernar el país sin un bloqueo permanente en el poder legislativo. La pregunta es, ¿qué precio estará PPK dispuesto a pagar para su gobernabilidad?

Está claro que los temas clave que demanda el pueblo peruano son seguridad ciudadana y una revitalización de la economía. Tomando en cuenta la actual inestabilidad en varios países del continente, será aún más importante que Perú mantenga la estabilidad política y no se deje contagiar por Argentina, que se encuentra totalmente polarizada después de la ajustada victoria de Mauricio Macri. O por Brasil, con una izquierda debilitada y un impeachment empujado por la derecha, así como por Venezuela, con un gobierno que bloquea por completo a la oposición. El electo presidente y su Gobierno también tendrán que saber superar la caída internacional de precios de materias primas, que es uno de los principales ingresos en las economías de América Latina y, por ende, afecta también en gran magnitud a la economía peruana, cuyo crecimiento anual ha caído en los últimos dos años de un 5,8 por ciento (2013) al 3,2 por ciento (2015).

Carolina Chimoy, de DW.
Carolina Chimoy, de DW.

Para hacer frente a los mencionados retos, el nuevo presidente de Perú tendrá que poder gobernar. Y si tiene que decidir entre una izquierda que le prestó votos para llegar a la presidencia y una Fuerza Popular cuya líder, que si bien fue su adversaria en la recta final, mantiene el control sobre el Congreso, será muy probable que el nuevo jefe de Estado opte por el apoyo de la mayoría en el Congreso, es decir, por el apoyo de Keiko Fujimori y su partido.

La pregunta es qué ofrecería PPK a cambio. Se murmura que incluso podría llegar a ser el indulto al padre, el expresidente autócrático del Perú Alberto Fujimori, actualmente preso por violación de Derechos Humanos y corrupción. Esta sería una sorprendente primera movida por parte del nuevo presidente del Perú y un golpe para muchos peruanos, en especial para los “anti-keikistas”, que decidieron votar por él.