Perú: Fuerzas Armadas asestan duro golpe a Sendero Luminoso
12 de agosto de 2013
Las Fuerzas Armadas de Perú asestaron un duro golpe a los rebeldes de Sendero Luminoso al abatir, durante un enfrentamiento en la selva, a dos de sus jefes, informó este lunes (12.08.2013) el presidente Ollanta Humala. Los fallecidos serían “Alipio” y “Gabriel”, dos líderes militares de la facción del grupo que opera en la región de mayor densidad de cocales del mundo, el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, en el centro sur de Perú.
“Fuentes de inteligencia que han participado en esta acción nos confirman que los delincuentes terroristas muertos serían el número 1 y el número 2 de la estructura militar de Sendero Luminoso”, dijo Humala a la radio local RPP. “Son el terrorista Alejandro Borda Casafranca, que es el terrorista Alipio, y Marco Antonio Quispe Palomino, que sería Gabriel”, detalló.
A esas dos importantes bajas para la estructura de Sendero Luminoso se sumaría la de un tercer guerrillero, “Alfonso”, quien era uno de los principales asistentes de “Alipio”, añadió el mandatario. De cualquier manera, Humala afirmó que se esperarán los análisis forenses para confirmar las identidades de los rebeldes caídos en combate.
Dos ramas: maoísta y narcotraficante
El enfrentamiento ocurrió la noche del domingo 11 de agosto, durante una operación militar y policial en el departamento de Ayacucho, a unos 575 kilómetros al este de Lima, habían informado previamente las Fuerzas Armadas, las que no sufrieron bajas en el operativo. Éste sería el golpe más fuerte contra los remanentes de Sendero Luminoso desde que en 2012 fuera capturado el “camarada Artemio”.
Sendero Luminoso está dividido en dos facciones, una de las cuales, de línea maoísta, era liderada por “Artemio”. El líder de la otra ramificación, Víctor Quispe Palomino (“José”), no mantiene esa ideología y es prácticamente un aliado de los narcotraficantes que operan en el país. Esta separación se produjo tras la sangrienta guerra contra el Estado desatada en los ochenta y noventa, donde los rebeldes fueron derrotados.
Si bien no representan una potencial amenaza para Perú, los remanentes rebeldes realizarían ataques como represalia tras el abatimiento de quien sería “Alipio”, dijo a la agencia Reuters una fuente de inteligencia. “Gabriel” lideró el secuestró en abril del año pasado de más de 30 trabajadores de empresas contratistas que operan el sistema de transporte de gas del yacimiento andino Camisea, lo que movilizó a más de 1.500 policías y militares en la sureña región del Cusco.
DZC (Reuters, dpa)