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CulturaPerú

Perú: pruebas de gobernantes femeninas en la cultura moche

23 de octubre de 2024

El descubrimiento de un salón del trono y murales ricos en detalles indica que una mujer moche podría haber gobernado en Perú hace más de 1.300 años.

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Una figura moche pintada en una columna.
Figura moche en una de las columnas de la sala, donde se descubrió el posible trono de una reina. Imagen: Lisa Trever/PRIA Panamarca/REUTERS

Nuevos descubrimientos arqueológicos sugieren que una matriarca gobernó un pueblo de la antigua civilización moche en la costa noroeste de Perú.

En la sala de columnas descubierta en el sitio arqueológico de Pañamarca, arqueólogos encontraron un trono de piedra desgastada y murales elaborados que muestran a una poderosa mujer con corona que recibe a visitantes. La figura se entrelaza con una luna creciente y criaturas marinas.

El hallazgo, de más de 1.300 años de antigüedad, podría indicar que una mujer, "posiblemente una gobernante", vivió en este lugar, observa Jessica Ortiz Zevallos, directora de investigación del proyecto arqueológico.

"Nunca antes se había visto un salón del trono para una reina en Pañamarca, ni en ningún otro lugar del antiguo Perú", de acuerdo con un comunicado de septiembre en el que se anunciaba el descubrimiento.

Pañamarca es el centro más sureño de la sociedad moche, que se asentó en los valles costeros del norte de Perú entre los años 350 y 850 d. C.

¿Una sociedad matriarcal?

El hallazgo recuerda el de la llamada Dama de Cao, una mujer moche que probablemente gobernó en la región hace 1.700 años. Su rostro fue reconstruido en 2017 mediante impresión 3D en base al cráneo de una antigua momia descubierta más de una década antes en el valle de Chicama, conocido como el corazón de la cultura moche.

No solo el mural de la presunta reina, sino también el descubrimiento de cabello humano y ropa en el trono de piedra son pruebas de que las mujeres ocupaban puestos de autoridad en la sociedad moche.

"Pañamarca no deja de sorprendernos", dijo Lisa Trever, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Columbia. "No solo por la inagotable creatividad de sus pintores, sino también porque sus obras están cambiando nuestras ideas sobre los roles de género en el antiguo mundo moche", agrega.

Sitio arqueológico de Pañamarca.
Para proteger los preciosos hallazgos, el sitio no está abierto al público. Imagen: Lisa Trever/PRIA Panamarca/REUTERS

Nuevas perspectivas culturales

El sitio de Pañamarca, donde en julio se descubrió el salón del trono, es famoso por sus coloridos murales.

En la llamada Sala de las Serpientes Trenzadas se encuentra el mural de una figura con las piernas entrelazadas con serpientes. Otros murales del salón representan a guerreros y a un monstruo persiguiendo a un hombre.

"Todo está pintado y finamente decorado con escenas y personajes mitológicos", señaló el arqueólogo José Ochatoma, en entrevista con la agencia de noticias Reuters. El experto comparó la sala prehispánica con la Capilla Sixtina del Vaticano, con sus frescos bíblicos pintados por el artista italiano Miguel Ángel.

En los muros, "se pueden observar escenas de la ideología moche", explicó Ochatoma, quien añadió que permiten obtener nuevos conocimientos de la cultura en la región costera antes de la conquista española de Sudamérica.

"Estamos descubriendo una iconografía inédita en el mundo prehispánico", destacó el arqueólogo.

Inaccesible para turistas

Tras el declive de la civilización moche, el pueblo inca erigió su imperio en la misma región.

Actualmente, los frágiles murales de Pañamarca no son accesibles a los turistas. Las excavaciones son cubiertas para garantizar la conservación del patrimonio cultural a largo plazo.

(vt/ers)