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Pobreza y armamentismo, amenazas para Latinoamérica

Enrique López Magallón5 de noviembre de 2006

Es cierto que el tema de la migración dominó la agenda de la XVI Cumbre Iberoamericana, realizada en Montevideo. Pero, sin protagonismos, también hubo espacio para atender otros asuntos importantes para la región.

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La declaración final de la Cumbre arrojó un consenso absoluto.Imagen: AP

El llamado "Compromiso de Montevideo" logró el consenso de todos los participantes. En vista de los desencuentros recientes entre países latinoamericanos, en la ONU y otros foros, esto constituye por sí mismo una noticia digna de mención. Pero tampoco es menor el llamado que hacen los representantes de las 22 delegaciones a atacar las causas económicas y sociales de la migración. Se trata de uno de los pocos terrenos comunes en una región dividida por las distintas percepciones de cómo abordar las profundas desigualdades perceptibles desde el Río Bravo hasta la Patagonia. La declaración fue efectivamente, un consenso básico sobre el cual surgirán interpretaciones variadas.

Ausentes los dos mandatarios que suelen "robar cámara" en estas reuniones –Fidel Castro y Hugo Chávez-, y otros como el brasileño Lula Da Silva y el peruano Alan García, el tema de la migración dio incluso para ventilar algunas diferencias de fondo entre España y los países latinoamericanos.

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La carrera armamentista latinoamericana aumentó ocho por ciento en 2004.Imagen: AP

El jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que "hay que regular las migraciones, pero ante todo, hay que apostar para que no haya más migraciones". La sorprendente declaración sacó ámpula, y fue revirada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien aseveró que "las migraciones son parte constitutiva de la globalización". En lo que todos coincidieron fue en hacer frente a las desigualdades que convierten a Latinoamérica en una región expulsora de personas.

Contra el armamentismo

A diferencia de otras reuniones de este tipo, la XVI Cumbre Iberoamericana mostró una agenda que rebasó con creces al documento final suscrito este domingo. El presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, hizo un llamado a poner fin a la carrera armamentista en la región. La cara más visible de este problema tiene los rasgos del presidente Chávez, quien hace unos meses emprendió una muy larga gira en la que, de manera ostentosa, adquirió cien mil fusiles rusos e intentó hacer lo propio con aeronaves y fragatas en España. Pero no es el único.

Como ha informado DW WORLD, la exportación de armas alemanas a Latinoamérica ascendió a 53 millones de euros entre 1999 y 2004, en una tendencia creciente. Los principales clientes latinoamericanos de armas alemanas son Brasil, Chile, Venezuela y Colombia. En marzo de 2006, el ejército chileno recibió 100 tanques tipo Leopard 2 procedentes de Alemania.

Como éstos, hay otros signos de que la carrera armamentista en América Latina sigue en ascenso. Uno de los más preocupantes es la versión según la cual el gobierno del presidente Evo Morales dispondrá la construcción de 20 bases militares en la zona fronteriza, para lo cual contaría con fondos venezolanos. Esto ha sido desmentido repetidamente por las autoridades de Bolivia.

Krieg gegen Drogen in Kolumbien
La "guerra contra las drogas", una de las causas de la carrera armamentista latinoamericana.Imagen: AP

La advertencia de Arias ante todo ello fue inequívoca: "Una nueva carrera armamentista en América Latina sería la última". Es lamentable que los gobiernos de algunas naciones más pobres de nuestra región se estén apertrechando, agregó, y dijo que el gasto armamentista en la región aumentó ocho por ciento, tan sólo en 2004.

Un árbitro de la realeza

El otro asunto de trascendencia que deja la XVI Cumbre Iberoamericana es el posible arbitraje de España, en el diferendo fronterizo que sostienen Argentina y Uruguay. Las relaciones entre ambos países, por lo menos a nivel de presidencia, se encuentran prácticamente congeladas.

"Con puentes cortados no hay diálogo", había dicho el presidente de Uruguay, tras el anuncio de que ambientalistas argentinos bloquearían un paso fronterizo entre ese país y Argentina. Esto, por el largo conflicto bilateral con motivo de la construcción en esa zona de fábricas de celulosa que, de acuerdo con algunas organizaciones, causarán gran daño ecológico.

En este marco, el Rey Juan Carlos de España surgió en Montevideo como posible mediador entre los presidentes Néstor Kichner, de Argentina, y el mencionadoVázquez. Su intervención puede ser crucial aunque, sin duda, el monarca debería hacer gala adicional de neutralidad, toda vez que algunos proyectos industriales en la frontera entre Argentina y Uruguay son de capital español.

Mucha tarea por hacer

A todos estos temas se sumaron algunos de orden bilateral, como la demanda boliviana de una salida al mar, o regional, como la celebración de la II Cumbre Sudamericana, que al parecer se realizará finalmente en Cochabamba. Corresponderá a Chile, país sede de la próxima Cumbre Iberoamericana, dar continuidad a este diálogo. En Montevideo, el intercambio entre presidentes y otros participantes fue cuantioso. Falta ver si será productivo.