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Populistas alemanes, por echar a dirigente tildado de "nazi"

13 de febrero de 2017

El partido populista Alternativa para Alemania (AfD) abrirá un procedimiento para expulsar de sus filas a un alto dirigente que causó estupor en el país al criticar el monumento a las víctimas del Holocausto en Berlín.

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Björn Höcke, aquí en el congreso de la AfD, el pasado abril, en Stuttgart.
Björn Höcke, aquí en el congreso de la AfD, el pasado abril, en Stuttgart.Imagen: Getty images/AFP/P. Guelland

Tras evaluar "jurídica y políticamente" las declaraciones del líder de AfD en el parlamento del estado de Turingia, Björn Höcke, en una conferencia telefónica celebrada a primera hora de esta mañana y por una mayoría de dos tercios, la cúpula del partido tomó la decisión de impulsar el proceso para apartarlo de la AfD, indicaron fuentes de la organización.

En una breve declaración a los medios, la copresidenta de AfD, Frauke Petry, consideró que se trata de algo "relativamente normal" en un partido joven que debe "ajustarse" y demostrar a los votantes "en un año electoral tan importante" que la formación va a mantener su perfil "cívico y liberal".

Cambio de postura de la AfD

"Lamento y asumo, con gran preocupación por la unidad del partido, la decisión tomada por la dirección", señaló Höcke, quien dijo estar convencido de no haber infringido ni los estatutos ni los principios de la organización.

La formación populista de derechas cambia así de posición después de rehusar expulsarlo del partido a finales de enero, cuando la cúpula de AfD, tras tres horas de debate, decidió que fuese amonestado por sus polémicas declaraciones sobre el genocidio judío y no fuese excluido de las filas. No obstante, la salida de la AfD sólo se produciría una vez que la aprobasen dos órganos del partido.

Frauke Petry, aquí junto a Björn Höcke en una imagen de 2014, durante una conferencia de prensa en Berlín.
Frauke Petry, aquí junto a Björn Höcke en una imagen de 2014, durante una conferencia de prensa en Berlín.Imagen: picture-alliance/dpa/R. Jensen

"Monumento a la vergüenza"

El procedimiento iniciado contra Höcke, un político perteneciente al ala más derechista y nacionalista de la AfD, tiene su origen en un discurso que pronunció el 17 de enero en la ciudad de Dresde en el que se quejó de la existencia del monumento a las víctimas del Holocausto, enclavado en el centro de Berlín, uno de los sitios más visitados de la capital.

"Nosotros los alemanes, es decir nuestro pueblo, somos el único pueblo en el mundo que levantó un monumento a la vergüenza en el corazón de su capital", arremetió. Asimismo calificó al alemán de "pueblo vencido brutalmente" y demandó "un viraje de 180 grados de la política de la memoria".

"Nazi" vetado

Las críticas no se hicieron esperar. El dirigente socialdemócrata Thomas Oppermann lo calificó de "nazi" y un diputado de La Izquierda incluso presentó una demanda penal contra Höcke por instigación al odio racial.

Dentro de AfD se produjeron reacciones encontradas. Mientras algunos de sus compañeros señalaban que se había convertido en una carga para el partido, los cuadros máximos de AfD se decantaron por quitar hierro al asunto y defender al político, que encabeza el grupo parlamentario en el Legislativo de Turingia, en el este del país.

El 27 de enero, día en el que se recuerda a las víctimas del nazismo en el aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, la cámara regional de Turingia vetó la presencia de Höcke del acto de homenaje organizado. La Fundación del antiguo campo de concentración nazi de Buchenwald, donde se realizó una ofrenda, también le retiró la invitación y le instó a no acudir a los actos.

"Solo una parte de nuestra historia"

Höcke sostiene que las palabras de su discurso fueron sacadas de contexto y en su día matizó, a través de su página en Facebook, que cuando habló del "monumento de la vergüenza", afirmaba que "el genocidio de los judíos cometido por los alemanes era una vergüenza" para el pueblo alemán. Los alemanes, continuó, deben ser conscientes de la "inmensa culpa" con la que cargan; "es parte de nuestra historia, pero sólo una parte", añadió.

Un discurso de tintes xenófobos ha dado alas a los populistas de derechas en Alemania desde la llegada masiva de refugiados en 2015. Las encuestas para las elecciones generales de septiembre les auguran hasta un 12 por ciento de los votos.

RML (dpa, efe)