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Premier iraquí defiende uso de Ejército en crisis con kurdos

18 de octubre de 2017

Las fuerzas armadas peshmerga se retiraron a las posiciones que ocupaban en junio de 2014 ante el avance de las tropas de Bagdad.

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Imagen: Reuters/Stringer

El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, defendió este miércoles (18.10.2017) el despliegue de las fuerzas del Ejército para recuperar zonas de las provincias de Kirkuk, Diyala y Nínive, en el norte del país, que hasta ahora eran controladas por las fuerzas kurdas peshmerga. El dirigente explicó que el objetivo de las operaciones era volver a desplegar las tropas iraquíes en los territorios que ocupaban en 2014, cuando huyeron del Estado Islámico.

En conversaciones telefónicas con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, Al Abadi insistió en que fue un paso legal y constitucional "para proteger a los ciudadanos, la convivencia pacífica y prevenir la división de Irak”. Macron, según la nota, mostró su apoyo a las medidas tomadas por el Gobierno y subrayó la importancia de concentrarse en la lucha contra el EI.

Por su parte, Tillerson hizo hincapié en que Washington no reconoce el referéndum de independencia en la región autónoma del Kurdistán iraquí, celebrado el pasado 25 de septiembre, y que apoya la unidad de Irak. Los kurdos tomaron el control de los territorios abandonados por el Ejército de Irak después de combatir y expulsar de ellos a los milicianos del Estado Islámico. Para las autoridades kurdas, esos territorios les pertenecen.

Se someten al pacto

Los peshmerga se replegaron, tras la llegada de las fuerzas iraquíes, evitando una confrontación que habría significado un quiebre profundo y una decisión estratégicamente equivocada en momentos en que la lucha se concentra en derrotar definitivamente a los yihadistas de Estado Islámico. Por ello, se retiraron hasta las posiciones que ocupaban en junio de 2014. "Hemos puesto el reloj de vuelta a 2014”, dijo un alto comandante iraquí a la agencia de noticias Reuters.

El Ejército, en tanto, anunció este miércoles que puso fin a la campaña para "imponer la seguridad” en las provincias de Kirkuk, Diyala y Nínive, donde han asumido el control de los campos petrolíferos de Bay Hasan y Habas y el municipio de Al Multaqa, en Kirkuk, donde también se han hecho con la capital provincial. La campaña comenzó como represalia tras la celebración del referéndum de independencia.

"Se reorganizarán los puntos de contacto entre las fuerzas peshmerga y el Ejército iraquí, según el acuerdo del año pasado entre las dos partes y bajo la supervisión de la coalición internacional (liderada por EEUU)", explicó el Ministerio de Defensa iraquí. "Las dos partes se comprometen con ese acuerdo y van a reorganizar los puntos de contacto según ese pacto”, añade el texto.

DZC (EFE, Reuters)