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Premio PEN de Alemania: "La libertad es indivisible"

Olga Kapustina / RML10 de noviembre de 2012

La periodista bielorrusa Irina Khalip recibe el Premio Hermann Kesten de derechos humanos del Centro PEN alemán. Khalip cumple arresto domiciliario en su país. Este 11 de noviembre, en Darmstadt, su silla estará vacía.

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Beschreibung: Irina Khalip, weißrussische Journalistin, Korrespondentin von Novaja Gazeta, Eherfrau des weißrussischen Oppositionspolitikers Andrej Sannikow. Das Bild wurde am 9. August 2012 von DW-Korrespondenten Artur Smirnow in Minsk gemacht.
Irina KhalipImagen: DW

Deutsche Welle: Señora Khalip , ¿estará usted presente en la entrega del premio?

Irina Khalip: Participaré, digamos, virtualmente. Me conectaré desde Minsk, via Skype. Pero no puedo recibir el premio personalmente.

El secretario general Centro PEN alemán, Herbert Wiesner, habla ya de una tradición de “sillas vacías” en las ceremonias de entrega de este premio de derechos humanos. Tampoco el ex profesor de literatura y activista disidente chino Liu Xiaobo pudo ser galadornado personalmente en 2010. Estaba en la cárcel.

Yo estoy bajo arresto domiciliario. No puedo dejar Bielorrusia. Cada lunes debo reportarme ante la policía. Otros días, en la noche, la policía viene a mi casa, para asegurarse de que esté ahí. No puedo abandonar la casa después de las 10 de la noche. El juzgado decidirá en julio de 2013 si debo ser enviada a la colonia penitenciaria, quedar en libertad, o si mi detención debe ser retrasada una vez más.

El presidente Alexander Lukashenko dijo hace un mes, en entrevista con el diario británico The Independent, que le permitiría viajar al extranjero. ¿Puede, ahora mismo, moverse libremente?

¿De qué habla? No tiene ningún sentido comentar las declaraciones de Lukashenko. Todos sabemos muy bien el valor que tienen.

Su esposo, Andréi Sannikov, candidato presidencial opositor en las elecciones de 2010, obtuvo recientemente asilo político en Gran Bretaña. ¿Cuál es su postura ante esa decisión?

Es una decisión que tomamos juntos. No puedo sino apoyarla. Estaba harta de llevarle paquetes de alimentos a la cárcel, harta de llamadas telefónicas sin sentido a las autoridades, para saber dónde se hallaba mi marido, cada vez que lo trasladaban de una cárcel a otra. Prefiero que esté en un lugar seguro.

¿Planea seguirlo a Gran Bretaña?

Tengo previsto cumplir mi sentencia en Bielorrusia. No quiero huir en el maletero de un auto ni nada parecido, para que entonces aquí emitan una orden de captura internacional y me acusen de un nuevo delito. Así que esa pregunta es irrelevante ahora para mí. En realidad, sueño con que mi familia vuelva a reunirse en Bielorrusia.

Irina Khalip abraza a su suegra en la corte, tras conocerse su sentencia, en mayo de 2011.
Irina Khalip abraza a su suegra en la corte, tras conocerse su sentencia, en mayo de 2011.Imagen: picture-alliance/dpa

Ahora que mi marido está seguro, puede hacer más por que algo cambie en nuestro país. Mucho depende de la posición de Occidente. Mas, cuando tenemos la posibilidad de hacer algo aquí, tenemos que aprovecharla. No puedo expresarme con total libertad. Pero las personas que abandonaron Bielorrusia después del 19 de diciembre de 2010 se han convertido entretanto en una importante fuerza política. Creo que la acción conjunta, desde dentro y fuera del país, acelerará el cambio en Bielorrusia.

Los opositores Alexander Otrochtschenkov y Dmitri Bondarenko, miembros del equipo de Sannikov, se han ido también al extranjero recientemente…

El gobierno bielorruso no podía entender que estas personas volvieran a la actividad política tras su liberación. Los servicios secretos hicieron todo lo posible para que ellos dejaran el país. Si me preguntan, por ejemplo: ¿quieres ser la viuda o la esposa de Sannikov? ...prefiero lo segundo.

¿Qué dirá en su discurso ante el Centro PEN de Alemania este 11 de noviembre?

Mi principal mensaje es que la libertad es indivisible. No existe la libertad de asociación sin libertad de religión. La libertad de religión es impensable sin libertad de expresión. La libertad de empresa no funciona sin libertad de opinión. O existe la libertad como un todo, o no existe libertad. Pero la libertad de expresión, en mi opinión, tiene prioridad.

La asociación de escritores PEN de Alemania honra a Irina Khalip con el Premio Hermann Kesten por su consecuente defensa de la libertad de palabra. La corresponsal del diario ruso "Novaja Gazeta" en Minsk ha abogado durante años por más democracia en Bielorrusia. Su esposo, Andrej Sannikov, enfrentó a Alexander Lukaschenko, como candidato opositor, en las últimas elecciones presidenciales. El jefe de Estado, con un estilo autoritario de gobierno, obtuvo el 80 por ciento de los votos y ordenó la represión violenta de las protestas que siguieron a las denuncias de fraude electoral. Sannikov y Khalip fueron arrestados por su rol en las manifestaciones "ilegales" de aquel 19 de diciembre de 2010. Khalip fue condenada a dos años de prisión, que deberá cumplir dentro de dos años, cuando su hijo esté en edad escolar. Sannikov fue condenado a cinco años de cárcel por "organización de disturbios masivos contra el orden público"; pero en mayo de 2011 recibió un indulto y quedó en libertad. A fines de octubre obtuvo asilo político en Gran Bretaña.

Autora: Olga Kapustina / RML

Editora: Emilia Rojas Sasse