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Presión sobre Birmania por abusos contra minoría rohinyá

9 de diciembre de 2016

Catorce legaciones diplomáticas urgieron hoy a las autoridades de Birmania a permitir acceso de ayuda humanitaria la zona del noroeste del país cerrada por el Ejército, acusado de abusos contra la minoría rohinyá.

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Protestas de musulmanes rohinyá en Jakarta ante la embajada de Myanmar.
Protestas de musulmanes rohinyá en Jakarta ante la embajada de Myanmar.Imagen: picture-alliance/AP Photo/D. Alangkara

Las embajadas de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Polonia, Suecia y Turquía lanzaron la petición en este viernes (9.12.2016) en un comunicado conjunto.

El comunicado fue emitido después de que el consejero especial del secretario general de la ONU para Birmania, Vijay Nambiar, también pidiera el acceso a la ayuda humanitaria en una declaración dirigida a la líder de facto del gobierno birmano, Aung San Suu Kyi.

La misma petición fue realizada el martes por el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, tras una visita a la zona al frente de una comisión creada por el Gobierno que le llevó a reclamar amparo para las víctimas de la violencia.

Críticas a Suu Kyi

Las demandas fueron realizadas después de que Suu Kyi dijera a Channel News Asia que la población budista teme el crecimiento demográfico de la minoría musulmana y pidiera a la comunidad internacional que no eche más "fuego al resentimiento" entre ambas comunidades.

Más de un millón de rohinyá viven en Rakhine, donde sufren una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012, que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 de ellos confinados en 67 campos de desplazados.

Aung San Suu Kyi.
Aung San Suu Kyi.Imagen: Getty Images

Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía a los rohinyás, les consideran inmigrantes bengalíes y les imponen múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos.

El conflicto sectario en Rakhine es uno de los problemas que afronta el Gobierno de Suu Kyi, el primero democrático que tiene Birmania en más de medio siglo.

"Profunda preocupación por situación de derechos humanos

Las misiones mostraron su "profunda preocupación" por la situación en el norte del estado Rakhine, donde el Ejército lanzó una operación de seguridad tras el asalto armado del 9 de octubre contra tres puestos fronterizos atribuido a insurgentes rohinyá.

Activistas locales y varias organizaciones acusan al Ejército de cometer ejecuciones y violaciones y quemar miles de casas en aldeas de esta minoría musulmana, en su campaña de castigo que ha llevado a unos 21.000 rohinyá a huir hacia Bangladesh.

La zona, además, permanece cerrada al acceso de organizaciones humanitarias -y a observadores y prensa independiente- pese a que las autoridades birmanas -que niegan los abusos- se comprometieron a reabrirla para permitir que la ayuda llegue a la población civil.

Las embajadas exigieron acceso "pleno y sin restricciones" a la zona para hacer llegar la ayuda y llevar a cabo una completa valoración de las necesidades de la población civil.

"La asistencia es desesperadamente necesaria para abordar serias necesidades humanitarias pero también para comenzar a restablecer la confianza y la esperanza, que son esenciales para restaurar la paz y la estabilidad", se indica en la nota.

Las catorce misiones también aseguraron que mantienen el diálogo con el Gobierno birmano acerca de la necesidad de restablecer la paz en la zona y las denuncias de abusos cometidos durante la operación de seguridad.

CP (efe, dpa, rtr)