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Presos amotinados en Brasil liberaron a rehenes tras 26 horas

18 de mayo de 2014

Se trataba de cuatro guardias y unos 125 familiares de los reclusos. Hay dos heridos y la crisis terminó tras una larga negociación.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Después de 26 horas como rehenes, los cuatro guardias de seguridad que estaban en manos de los 106 presos del Ala D del penal de máxima seguridad Adbogado Jacinto Filho (Compajaf), en Aracaju, en el estado brasileño de Sergipe, fueron liberados la tarde de este domingo (18.05.2014), confirmaron las autoridades. Los 125 familiares de los reclusos que permanecían en el recinto también abandonaron la cárcel.

Para las autoridades, estos últimos no eran rehenes, pues se habrían quedado por propia voluntad en el lugar para proteger a los amotinados. La medida de presión de los reclusos pretendía conseguir que todos ellos fueran trasladados a una cárcel que no fuera de alta seguridad, así como mejor trato y menor rigidez a la hora de aceptar las visitas. El Comparajaf es una de los pocos recintos penitenciarios de Brasil que no tiene problemas de hacinamiento, lo que hace llamativa la solicitud de los reclusos.

El problema alcanzó una solución luego de negociaciones lideradas por la Policía y miembros de los organismos públicos del sistema penitenciario y de Justicia con los reos, donde se llegó al acuerdo de trasladar a algunos reclusos a otros penales. Según la red Globo, algunos de los rebeldes llegaron a cárceles en el mismo estado de Sergipe, en el noreste de Brasil.

Homicidas y violadores

“Prefiero no informar cuántos fueron transferidos ni para dónde fueron, por cuestiones de seguridad. Todos los rehenes fueron liberados, dos de ellos con heridas leves. Los familiares también fueron liberados y nosotros estamos haciendo una revisión de su documentación para que puedan regresar a sus casas”, dijo a la prensa el comandante de la policía militarizada de Sergipe, coronel Maurício Iunes.

El motín comenzó en el Ala D del recinto el mediodía del sábado 17 de mayo, cuando los cuatro guardias de seguridad fueron doblegados por los reclusos, que incluso dieron muerte a uno de los perros que acompañaban a los vigilantes. La intervención del Grupo de Operaciones Especiales de la policía militarizada impidió que la rebelión se extendiera a los otros tres sectores del complejo carcelario, donde están encerrados delincuentes sentenciados por homicidios, violaciones, robos y estafas.

Dos de los carceleros liberados tenían heridas leves, mientras que los parientes de los reclusos, entre los que había niños, mujeres y ancianos, salieron sin lesiones. Los reclusos alzados portaban armas que ellos mismos habían confeccionado con trozos de fierro, madera y plástico, de acuerdo a información entregada por el personal que los custodia.

DZC (dpa, EFE)