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Primer aniversario

2 de agosto de 2002

Desde hace un año, las parejas homosexuales pueden contraer matrimonio en Alemania. Entretanto se han registrado ya 4.500 uniones de este tipo en el país, "con todas las de la ley".

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La primera pareja homosexual que se casó en Alemania, el 1 de agosto del 2001.Imagen: AP

Los matrimonios homosexuales siguen enfrentando rechazo en algunos estados federados alemanes, gobernados por conservadores. A su juicio, ponen en duda el carácter "único" del matrimonio convencional, como cimiento del principal núcleo social que es la familia. Sin embargo, hace unas semanas el Tribunal de Garantías Constitucionales rechazó sus quejas, dando su venia definitiva a las bodas entre personas del mismo sexo.

Pequeña revolución

Desde el punto de vista jurídico, se trata de una verdadera revolución en pequeña escala: quienes contraen este vínculo formal también asumen responsabilidades financieras frente al cónyuge, de las que se derivan obligaciones y derechos incluso después de una separación. Igualmente quedan establecidos los derechos de herencia, superándose así los vacíos legales que en muchas ocasiones dejaban a quienes sobrevivían a su pareja en serios aprietos económicos.

Algunos que han dado el paso ya perciben los efectos positivos. Por ejemplo, a la hora de incluir a la pareja en el seguro de salud se puede ahorrar un par de euros. Las innovaciones afectan igualmente a las leyes de extranjería. Si la pareja es extranjera, tiene derecho ahora a obtener la residencia en Alemania, primero por un período provisional de tres años, y luego indefinidamente.

Temas pendientes

Hay, sin embargo, una serie de normas importantes que no han quedado reguladas por la ley relativa al matrimonio homosexual. Faltan aún leyes complementarias, que habrían de poner a estas parejas en igualdad de condiciones con los cónyuges heterosexuales, en el plano tributario y del derecho social. Sin embargo, tales normativas tendrán que ser aprobadas por el Bundesrat, la cámara de los estados federados alemanes. Y dado que predominan allí los estados de gobierno conservador, opuestos a equiparar las uniones homosexuales a las tradicionales, no está claro que se consiga su visto bueno a corto plazo.

No obstante, los implicados no pierden la esperanza. A fin de cuentas, ya se han logrado cosas antaño inimaginables. La sociedad alemana se muestra cada vez más abierta y la homosexualidad ha perdido paulatinamente su carácter de tabú.

Por lo demás, Alemania no es pionero en la materia. En Dinamarca la ley permite casarse a gays y lesbianas desde 1989. Allí las normas son aún mucho más amplias y contemplan la posibilidad de adoptar a los hijos que pueda tener el cónyuge. También los registros civiles abren sus puertas a las parejas homosexuales en Suecia, Noruega, Islandia, Holanda y Francia, desde la década del 90.