Primero la energía, luego la política
27 de abril de 2006La firma de acuerdos económicos ya se convirtió en un programa estándar en las cumbres ruso-germanas. También la octava ronda de consultas entre ambos países que se desarrolló en la ciudad siberiana de Tomsk terminó con la firma de varios acuerdos.
El más importante se refiere a la cooperación energética, un campo decisivo y muy sensible en las relaciones entre Alemania y Rusia. El monopolio ruso Gazprom y el consorcio alemán BASF AG firmaron este jueves un acuerdo de intercambio de activos para explotar, de forma conjunta, yacimientos de gas en Rusia y vender ese combustible a consumidores en Alemania y Europa.
Estrechas relaciones económicas
Los presidentes de ambas empresas, Alexéi Millar y Jürgen Hambrecht, firmaron el acuerdo en presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel. En la delegación alemana se interpretaron las firmas como un punto aparte a las últimas disonancias sobre un posible recorte de suministros por parte de Gazprom. Gazprom había amenazado la semana pasada con reducir los suministros de gas natural a Europa "a favor de otros mercados" si no se le permite acceder a las redes de distribución, lo que provocó inquietud en los mercados y críticas desde Alemania.
Durante los dos días de la cumbre, Merkel y Putin trataron de apaciguar la situación, subrayando reiteradamente la importancia de los estrechos lazos económicos entre ambos países. Alemania sigue siendo el socio comercial más importante para Rusia. El intercambio comercial ruso-alemán aumentó en 2005 en casi un 40 por ciento en comparación con el año anterior y alcanzó la cifra récord de 32.900 millones de dólares.
Irán
A diferencia de su antecesor, Gerhard Schröder, la canciller Merkel no evita temas espinosos como el conflicto checheno, el control sobre los medios de comunicación o la presión sobre ONGs. Sin embargo, Merkel no persigue cambios fundamentales en las relaciones ruso-germanas sino acentúa la continuidad. Los cambios se reflejan en los detalles. Mientras Schröder disfrutaba de una sauna finlandesa en compañía de Putin y calificaba las relaciones entre ambos países como "alianza estratégica", Angela Merkel habla de una "cooperación estratégica" muy importante, pero, por supuesto, sin ninguna intención de visitar una sauna junto con Putin.
La nueva seriedad en las relaciones ruso-germanas se nota también en relación con el conflicto con Irán. En una rueda de prensa al término de las consultas, ambos subrayaron la importancia de actuar conjuntamente pero no encontraron una línea común.