Pugna de banderas
28 de noviembre de 2003El cónclave de dos días de duración tiene como objetivo limar las fuertes discrepancias surgidas entre los 25 países de la Unión Europea ampliada en torno a la Constitución europea y el futuro de Europa. La presidencia italiana presentó una propuesta de último minuto. Se trata de un documento de 69 páginas que comprende pequeñas enmiendas solicitadas por los países miembros. Italia, al igual que Francia y Alemania, no quiere apartarse demasiado del borrador original elaborado por la convención europea y ha hecho a un lado los puntos más controvertidos.
Desde hace tiempo se discute si mencionar a Dios o no en el preámbulo de la Constitución, si arropar con poderes o no al futuro ministro del Exterior de la UE. Pero otras cuestiones como qué sistema de voto adoptar, como conformar la futura Comisión y el número de escaños del Parlamento europeo son puntos determinantes que enfrentan a los 15 países miembros de la UE y a los diez países que se adherirán en mayo próximo. No se espera que en Nápoles se logren superar las diferencias. Los asuntos más espinosos serán tratados por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE mismos, durante la cumbre de Bruselas el 12 y 13 de diciembre.
¿Endurecimiento de posturas?
Diplomáticos temen que la fuerte convulsión en el seno de la UE provocada por la ruptura del pacto de Estabilidad por parte de Francia y Alemania, tenga como consecuencia un endurecimiento de las partes enfrentadas. El borrador presentado por Italia propone el llamado sistema de voto basado en la doble mayoría: tanto de países, como de al menos 60% de la población europea.
A esta idea se oponen España y Polonia. El jefe de gobierno polaco, Leszek Miller, dijo tras una reunión con su homólogo español, José María Aznar, que “el comportamiento de los grandes países –léase Francia y Alemania- muestra cuán importante es encontrar un equilibrio entre seis grandes, 19 medianos y pequeños miembros de la UE”. Miller y Aznar abogan por mantener el viejo sistema de voto diseñado en la cumbre de Nizza en el 2000, que otorga a Polonia prácticamente el mismo número de votos que a Alemania, país considerablemente más grande de tamaño y población.
Aliados de guerra
Berlín no dará su visto bueno al borrador de Constitución de no contar éste con un un sistema de voto doble. En la lucha por el poder en Europa se ven a los mismos aliados de siempre. Gran Bretaña se ha alineado al lado de España y Polonia, pero por otras razones. Londres quiere un ministro del Exterior débil y tampoco favorece una política de Seguridad y de Defensa fuerte. Los británicos también se esfuerzan por mantener competencias en cuestiones fiscales y por que se reduzcan los derechos presupuestales del parlamento europeo.
Aún con 25 miembros, el ejecutivo comunitario debe ser capaz de actuar, pero se debate sobre el número de miembros que deberá tener y si cada uno de los veinticinco países aportará uno. Entre las demandas de los Estados más pequeños está el ampliar sus escaños en el Parlamento comunitario.
La Comisión de Bruselas da por sentado de que muchas de las 90 propuestas de enmienda serán conservadas hasta el final de las negociaciones para usarlas como cartas estratégicas. Muchos analistas se muestran escépticos y auguran que la cumbre de diciembre se convertirá en un maratón de negociaciones, que bien podría concluir con un acuerdo flojo, lo que sería equivalente a un fracaso.