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¿Qué está fallando en el referéndum constitucional ruso?

Elena Barysheva
1 de julio de 2020

Urnas en troncos de árboles y en maletas: estos son algunos ejemplos de las deficiencias de la votación en el referéndum para la reforma de la Constitución rusa. ¿Cuáles serán las consecuencias?

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Imagen: picture-alliance/Tass/A. Ryumin

Debido a la pandemia del nuevo coronavirus, la votación sobre la reforma constitucional en Rusia se extiende durante toda esta semana. Eso fue aprobado como caso antedecente a través de una regulación especial del Comité Central Electoral ruso. Los temores de defensores de derechos humanos sobre que las nuevas condiciones para los mecanismos de votación podrían desembocar en la falsificación y manipulación de los resultados se han hecho realidad y, en parte, se han visto confirmados.

Se apuesta a una votación anticipada

Según datos oficiales del Comité Central Electoral ruso, la participación en el referéndum desde los hogares y locales electorales en los primeros días fue de casi un 30 por ciento de todos los rusos con derecho a voto.

Las cifras de la votación online -que tuvo lugar en Moscú y en el territorio de Nizhni Nóvgorod- son de un 60 por ciento, es decir, del doble. "Era obvio que una parte significativa de los electores sería la de aquellos que fueron extorsionados en su lugar de trabajo y obligados a emitir su voto. Y que esas personas son las que irían a votar en los primeros días", explica Grigori Iudin, sociólogo y organizador de encuestas de voto independientes, en entrevista con DW.

Se votó en todas partes, y se usaron hasta troncos de árboles transformados en urnas. También se votó en ómnibus y en carpas improvisadas. Se concedió una semana de tiempo para votar, a fin de evitar aglomeraciones. La directora del Comité Central Electoral, Ella Pamfilova, prometió, un mes antes del referéndum, que en cada local electoral votarían solo de 8 a 12 personas por hora, es decir, un máximo de 150 personas por día.

"Eso es extremadamente poco. Evidentemente, se está apostando a votos que no se emiten el día exacto del referéndum", dice, por su parte, Grigori Melkonianz, de la Asociación para la Protección de los Derechos de los Votantes ("Golos"), a DW. Según él, es imposible controlar exhaustivamente cómo se movilizan los grupos para votar durante toda la semana. "No excluyo que los observadores simplemente no se enteren de dónde fueron emitidos los votos en realidad, y que este 1 de julio no puedan presentar los resultados", opina el experto.


En este referéndum constitucional, en Rusia se puede votar también desde casa.
En este referéndum constitucional, en Rusia se puede votar también desde casa.Imagen: picture-alliance/dpa/A. Kushnirenko

Problemas con la votación en casa

El nuevo procedimiento prevé también un cambio en las condiciones para la votación en el hogar. Mientras antes solo se podía votar en casa en caso de fuerza mayor o enfermedad, actualmente, ese derecho les corresponde a todos los ciudadanos. Es suficiente llamar a la Comisión Electoral y sacar un turno. Eso es motivo de crítica por parte de los defensores de los derechos humanos, ya que, desde su punto de vista, aumenta la carga de trabajo de los observadores, que deben acompañar el transporte de una urna hasta la casa de quien así lo solicite.

En el tercer día de la votación, la presidenta del Comité Central Electoral, Ella Pamfilova, admitió esas dificultades y pidió a sus colegas llamar a observadores adicionales. "Si en un distrito hay demasiados observadores, y en otro no hay suficientes, se debe llamar a la Comunidad de Observadores para que regulen el procedimiento", explica.

El número extremadamente alto de personas que han votado desde su casa se descubrió en el distrito moscovita de Ramenka. Allí se reveló que, en el segundo día del referéndum, casi uno de cada cuatro electores emitió allí su voto.

Sin embargo, "la comisión no pudo presentar las boletas de aquellos que habrían votado", dijo a DW Kirill Trofimov, miembro de la Comisión Electoral Territorial de Ramenka. La Comisión Electoral de Moscú admitió que el motivo de eso no fue una falsificación, sino que se habían utilizado mal las boletas, y prometió que anularía los resultados en dos locales electorales.

Según los observadores, se podría estar cometiendo fraude en el referéndum constitucional ruso.
Según los observadores, se podría estar cometiendo fraude en el referéndum constitucional ruso.Imagen: picture-alliance/Tass/V. Sharifulin

Listas de votantes impresas y la reacción del Comité Central Electoral

Los observadores de "Golos" subrayaron que se había anulado una regulación importante en el actual referéndum. Es aquella que dice que los datos del documento de identidad de los electores que figuran en las listas comunes debían ser registrados a mano. En otras palabras, antes, cada votante tenía que rellenar los datos de su documento en la lista y firmarlos. Para Melkonianz, es probable que en la votación sobre la reforma constitucional solo se tenga que firmar la lista, pero que los datos del documento ya hayan sido impresos.

"Eso es un sueño para los falsificadores: conocer de antemano los datos del pasaporte de los votantes. Les simplifica todo a los que cometen fraude, ya que se pueden imprimir datos para ciudadanos que ni siquiera van a votar. También pueden falsificar una firma. ¿Y quién podrá comprobar después que no fue el votante quien firmó?", alerta el experto.

En el distrito moscovita Lefortovo 1403, un matrimonio no pudo votar porque sus datos de identidad y sus firmas ya habían sido registrados en la lista general de votantes. Sus hijos, que todavía no habían votado, también estaban registrados en esa lista.

Según informaciones propias, la Asociación para la Protección del Derecho de los Votantes ("Golos") recibió entre el 25 y el 30 de junio 1.587 quejas de ciudadanos. Cerca de la mitad contenían indicios sobre diferentes violaciones a la ley electoral.

Entretanto, el Comité Central Electoral informó que, durante los seis días de la votación, no ha recibido casi ninguna queja que deba ser tenida en cuenta, aclara Nikolai Buliaev, vicepresidente del comité, quien añade que hay "algunas situaciones de provocación, pero eso es otra cosa".

(cp / vt)

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