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¿Qué tan alemán fue el fenómeno Hitler?

Eva Usi14 de septiembre de 2004

“Durante décadas se ha mostrado a Hitler como a un demonio, pero ha llegado el momento de enfrentarnos a cómo era el dictador en realidad”, dijo a DW- WORLD, Oliver Hirschbiegel, director de la cinta "El Hundimiento".

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60 años después de la caída del Tercer Reich, la cinta protagonizada por Bruno Ganz, descifra el fenómeno Adolfo Hitler.Imagen: 2004 Constantin Film, München

La cinta tiene su estreno internacional este martes en el Festival de Cine de Toronto, en donde además, se venderán los derechos a distribuidores del mundo entero. El director de la cinta, Oliver Hirschbiegel habla con DW-WORLD, sobre las dificultades al abordar un tema tan controvertido y amargo para los alemanes.

Oliver Hirschbiegel (Regisseur)
Oliver Hirschbiegel, director de El Hundimiento (Der Untergang).Imagen: 2004 Constantin Film, München

Señor Hirschbiegel, ¿como llegó usted a la dirección de esta película y como se sentía usted ante la perspectiva de tratar este tema?

Bernd Eichinger (productor y guionista de la cinta) me habló de este proyecto hace dos años después de haber visto la película que dirigí “El Experimento”, que lo impresionó positivamente y me pidió que asumiera la dirección de la cinta, lo que al principio pensé que no iba a funcionar, -no porque pensara que con la película se rompía un tabú- sino porque como director se me hacía muy difícil representar a Hitler como era en realidad, revivirlo. Sin embargo me ocupé del tema: leí el libro sobre el que Eichinger se basó para crear el guión, pero también otras fuentes, sobre todo vi la película “Der Letzte Akt” (1955) de Georg Wilhelm Pabst en la que Albin Skoda interpreta el papel de Hitler, aunque de manera muy estereotipada. Sin embargo, hay momentos en los que se percibe al dictador como persona, como ser humano. En ese momento me percaté de que era posible representar al dictador pese a que Albin Skoda no era realmente parecido a Hitler. Cuando quedó claro que Bruno asumiría el papel estelar, un actor que tiene una gran similitud física, entonces supe que sí podría funcionar.

¿Qué imagen tenía usted sobre Adolfo Hitler?

Como ya había leído su biografía, el extraordinario libro de Sebastian Haffner sobre Hitler, ya sabía mucho sobre él y también me quedaba claro que había que acercarse a él desde una perspectiva muy amplia y que no bastaba con presentarlo de manera dogmática con el típico cliché, sino que había que tratar de lograr un retrato tridimensional de su persona.

¿Por qué ahora una película de este tipo sobre Adolfo Hitler, no estaba el cine alemán preparado para esto antes?

Quien dio el impulso para ello fue el historiador Joachim Fest con su libro “Der Untergang”, (El hundimiento). En él describe los últimos días con los que culminan los 12 años de dictadura nazi. Con ello prácticamente produjo la estructura de un guión y creo que Bernd Eichinger fue el primero en percatarse de ello y de la viabilidad de llevarlo a la pantalla grande.

¿De que otra manera si no hubiera sido posible acercarse a esta complejidad histórica? Yo considero imposible mostrar a los judíos en los campos de concentración.... La magnitud del sufrimiento y la desesperación, la crueldad de los campos de concentración me provocan un profundo respeto y pienso que no es posible mostrar todo esto. Creo que desde el punto de vista fílmico es imposible representar la dimensión de este horror en una cinta. Si como cineasta hago una película sobre el complejo tema del Tercer Reich, entonces tengo que mostrar a los judíos y es por ello que una película de esta índole es para mí imposible y creo que otros colegas han visto la misma dificultad.

Film über Untergang des NS-Regimes mit Bruno Ganz als Hitler
Bruno Ganz como Adolf Hitler en la cinta "El Hundimiento" (Der Untergang).Imagen: dpa

Que se proponía usted y el productor Bernd Eichinger con la representación humana de Hitler?

Mi deseo es que terminemos con esta manera ritualizada al enfrentar nuestra propia historia, que conocemos en Alemania con el término “Geschichtsaufarbeitung”. (Revisar y digerir la historia). No debemos esconder nada, ni meter nada en cajones bajo etiquetas de “Monstruo”, “Crueldad” y “Horror”. Si nos tomamos en serio como un pueblo de una vieja cultura, entonces tenemos que ir a fondo, tenemos que sacar a la luz el trasfondo y hacernos otras preguntas; tenemos que pensar con matices y no de una manera tan cuadrada. Y por cierto que la película no puede dar respuestas ni aclarar nada, hay 35.000 libros sobre la figura de Adolfo Hitler y ninguno de ellos puede dar una idea de cómo era este hombre en realidad.

Por lo tanto sólo podemos plantear interrogantes y eso no significa necesariamente dar respuestas, pero eso no significa de ninguna manera que se presente al dictador como una figura inofensiva. Al contrario, uno de los fundamentos del nacionalsocialismo fue que estos horribles asesinatos fueron cometidos sobre el supuesto de que las víctimas, los judíos, los polacos o los rusos no eran considerados seres humanos sino seres sin dignidad, infrahumanos, una especie de criaturas y por tanto, el peor error que podría cometerse es decir que Hitler no era un ser humano, porque eso le daría un atenuante, una disculpa. Eso trastornaría la figura de Adolfo Hitler y crearía un mito. Siempre me ha molestado esa creencia, de que habría algo fascinante en la figura del dictador. Hitler era un genocida que con plena conciencia y en todo momento tomó decisiones que condujeron a un cataclismo.

¿Era Hitler un patriota enloquecido, un traidor de los alemanes o un psicópata?

Portraitbild von Adolf Hitler
El canciller alemán y Führer Adolf Hitler, en una foto de 1937.Imagen: AP

Nada de eso. Fue un hombre de una fuerza de voluntad monstruosa, probablemente el político más fuerte de su tiempo y un hombre con una férrea determinación para causar destrucción, así es como yo me imagino a Hitler. ... esa voluntad destructiva puede observarse claramente a lo largo de su biografía.

¿Por qué la gente se siente fascinada ante la encarnación del mal? Hay otros ejemplos de ello, como el famoso Hannibal Lecter.

Porque este Hannibal Lecter es una excepción y era de carne y hueso. Aunque sólo mata a unas 20 o 30 personas. Lo contrario sucede con Hitler y sus hombres, quienes exterminan a millones y para colmo como parte de una visión, de una idea por sorda que sea. Eso trastorna a la gente porque desde la ilustración, la civilización cree que la humanidad es buena, que, dado un contexto social sano, se puede convivir en paz con otros pueblos. La historia comprueba lo contrario y eso es una situación que provoca miedo en la gente. Como fenómeno individual el mal provoca fascinación, pero cuando me toca a mí en lo personal, o a mi pueblo, a mi nación y al mundo, entonces la gente prefiere no asumirlo, entonces se rehúsan a ver la realidad, lo que es comprensible. Sin embargo, tenemos que enfrentarnos a estos hechos.

Filmszene - Der Untergang
Escena de la película "El Hundimiento".Imagen: 2004 Constantin Film, München

Tras la cinta “El Hundimiento”, se esperan en Alemania una serie de cintas sobre el nazismo, ¿Hay un déficit que cubrir?

Si se trata de plantear interrogantes sin paliativos, preguntas que no han sido planteadas, entonces definitivamente hay un déficit que hay que cubrir. Espero que nuestra película sea la primera en abordar el tema de esta manera y que sea el detonante para la realización de otros trabajos.

Ofrece esta película un indicio para resolver el trauma emocional de los alemanes?

Creo que la cinta no es más que un intento por plantear algo. Es una exhortación a comenzar con una nueva manera de pensar y de ser honestos entre nosotros. El seguir estudiando y preguntar a los viejos que vivieron esa época para entender no sólo el trasfondo, sino qué pasaba en el alma alemana, qué tan alemán fue este fenómeno y si hubiera podido suceder en otros países o si fue algo que sólo nosotros los alemanes podíamos haber hecho de manera tan brutal y precisa.

Usted dijo que la película abre brecha porque ha roto muchas reglas del cine, no hay héroes, etc. Que expectativas tiene frente a su estreno internacional en el Festival de Cine de Toronto?

Voy a Toronto con actitud virginal, porque no puedo estimar la reacción del extranjero. Para un extranjero es sin duda mucho más fácil lidiar con este fenómeno que para un alemán. Sin embargo, en el extranjero predomina esta imagen de Hitler unidimensional, se le ve como a un demonio, un monstruo. No puedo pronosticar nada, tan sólo he leído algunos artículos de la prensa anglosajona y me he percatado de que se dan cuenta de cuál es nuestra aproximación en la película y eso me alegra.

Cuando se verá la película en el mundo hispanoparlante, ya hay negociaciones en este sentido?

Todo apunta hacia Toronto porque muchos distribuidores no han visto todavía la película. Ya se ha vendido en algunos países europeos partiendo del trailer de la cinta. Yo doy por contado de que podrá verse en la mayoría de los países hispano parlantes a partir de principios del próximo año.