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¡Que se quede Klinsmann!

Emilia Rojas Sasse5 de julio de 2006

Pese a las lágrimas que derramó la hinchada germana tras la derrota de su equipo ante Italia, nadie pide la cabeza del seleccionador alemán. Al contrario: para él sólo hay palabras de aliento y gratitud.

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"You'll never walk alone", resonaba desde los parlantes del estadio de Dortmund.Imagen: AP

Dos goles postreros pusieron fin al sueño de una noche de verano alemana, mientras la alegría no se desbordaba en Dortmund, sino "sotto il cielo di un' estate italiana", como la que cantaba Gianna Nannini. Pero el entrenador azzurro, cuyo gran mérito consistió en sacar cuatro delanteros a la cancha en las postrimerías del partido, no acaparó todos los aplausos. También el seleccionador alemán, Jürgen Klinsmann, los recibió a granel, al término del dramático partido. Fueron aplausos de consuelo y también de reconocimiento. Porque si algo une a los alemanes en este momento amargo, aparte de la pena compartida, es la convicción de que su equipo superó todas las expectativas iniciales en este Mundial 2006.

El respaldo de Beckenbauer

No hay quien culpe a Jürgen Klinsmann de la derrota de último minuto ante Italia, ni quien cuestione la táctica del entrenador. Ya quisieran José Pekermann y tantos otros semejante reacción de parte de sus hinchadas en la derrota. Incluso Franz Beckenbauer, que en la etapa previa al torneo había criticado sin mayor disimulo al seleccionador, por ejemplo por las ausencias derivadas del hecho de tener su domicilio en California, se manifestó con toda claridad a favor de su permanencia en el cargo.

"Espero que siga adelante. Él incorporó a jugadores jóvenes en los que confía y que confían en él. Sería una gran lástima que esta yunta se separara", comentó el Kaiser apenas acabo el encuentro. Una opinión que se escucha por doquier en los medios de comunicación y en las calles de Alemania. Porque las críticas se acallaron hace tiempo, dando paso al consenso en cuanto a que Klinsmann cambió, para bien, el rostro del fútbol alemán. Este es el camino por el que debemos proseguir, afirman los comentaristas deportivos. Y es, sobre todo, el camino de este entrenador que inyectó energía y optimismo a su equipo y al país entero.

Un futuro por delante

Como dijo Beckenbauer, "quizá este torneo haya llegado demasiado temprano para este equipo, pero dentro de dos años tendremos el próximo campeonato europeo. Y, con semejante rendimiento, se contará allí entre los favoritos". Queda pues mucho por hacer para un seleccionador que, pese a no haber sido la primera opción para el cargo, supo imponer sus ideas muchas veces poco ortodoxas y comenzó a forjar una nueva generación: los "Klinsmänner" (hombres de Klinsmann).

El "¡gracias, Klinsmann! se suma pues con insistencia al pedido de que se quede al frente de la selección. Y el entrenador, tan abatido como sus hombres, pide unos días para pensarlo.