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¿Qué mantiene a los países africanos en la Commonwealth?

Eunice Wanjiru
11 de noviembre de 2024

Algunos países de la Commonwealth están pidiendo reparaciones por el comercio de esclavos. ¿Son estas peticiones muestra de que la influencia de este grupo está menguando en África?

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Keir Starmer en Samoa, durante la más reciente reunión de la Commonwealth.
Keir Starmer en Samoa, durante la más reciente reunión de la Commonwealth.Imagen: Stefan Rousseau/PA Wire/empics/picture alliance

Actualmente, son 19 los países africanos que siguen formando parte de la Commonwealth, que tiene un total de 56 miembros de todo el mundo. Casi todos ellos son Estados que fueron colonizados por el imperio británico en algún momento.

Recientemente, ha habido llamados de algunas de esas antiguas colonias para que se considere el papel que tuvieron como víctimas del tráfico de esclavos. Los líderes de estos Estados han pedido un debate "significativo, respetuoso y veraz" sobre la necesidad de una justicia reparadora en la reciente reunión de jefes de Estado de la Commonwealth que tuvo lugar en Samoa.

Reino Unido ha rechazado hasta ahora la idea de pagar compensaciones monetarias. El primer ministro británico, Keir Starmer, un exabogado de derechos humanos, argumentó que prefería "mirar hacia el futuro" en lugar de someterse a "discusiones interminables sobre reparaciones" que involucren el pasado.

"No se trata de dinero"

Se estima que, entre los siglos XV y XIX ,al menos 12,5 millones de africanos fueron sacados de sus hogares, secuestrados y obligados a abordar barcos estadounidenses y europeos. Fueron llevados a través del Atlántico contra su voluntad y fueron vendidos como esclavos en todo el continente americano. Algunos incluso afirman que la cifra podría llegar a las 28 millones de víctimas.

Según el sitio web del Parlamento del Reino Unido, la participación de Gran Bretaña en la trata de esclavos comenzó en 1562, y ya en 1730 se había convertido en el mayor comerciante de esclavos del mundo.

Durante un viaje a Nigeria a comienzos de noviembre, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, dijo que abordar este oscuro capítulo de la historia del país no es algo "sobre transferencias de dinero, especialmente en momentos de crisis en el costo de la vida en todo el planeta". Por ello, llamó a los líderes de la Commonwealth a encontrar "el lenguaje adecuado" y a entender que la historia "nos guía hacia la toma de decisiones correctas de cara al futuro".

El ministro de Exteriores británico, David Lammy.
El ministro de Exteriores británico, David Lammy.Imagen: Maja Smiejkowska/REUTERS

El Gobierno británico, mientras, sigue sin haberse disculpado formalmente por el papel que jugó el Estado en la esclavitud, y solo ha reconocido "con gran pesar" su implicación en el tema. Eso fue lo que expresó el ex primer ministro Tony Blair en 2007.

"No hay nada que ganar con la Commonwealth"

Según Khalifa Dikwa, profesor de Lingüística Social y Relaciones Internacionales de la Universidad de Maiduguri, en el norte de Nigeria, hay una gran renuencia entre las naciones africanas a permanecer en la Commonwealth, en el entendido de que no se está produciendo ninguna reparación real como parte del debate sobre la esclavitud.

Dikwa piensa, sin embargo, que los líderes africanos no tienen más opción que quedarse en la Commonwealth: "Hubo coerción tras bastidores, diplomática o de otro tipo. No hay ninguna ganancia en ser miembro de la Commonwealth porque todo el comercio es desigual", señala. Para él, el único que se beneficia con el grupo es el Reino Unido.

El experto sostiene que si los africanos desean que el tema de las reparaciones comience a ser debatido, deben actuar como una sola voz.

Nuevo enfoque británico

Chris Vandome, experto en relaciones internacionales del think tank Chatham House, dice a DW, sin embargo, que la Commonwealth sigue jugando un importante papel, entregando apoyo en temas económicos, así como ideas sobre la democracia y el compromiso con las instituciones. "Esta organización tiene principios en torno a la democracia, las elecciones y un deseo por ajustarse al Estado de derecho", señala.

Mientras, el ministro Lammy piensa que Gran Bretaña debería adoptar un nuevo enfoque y comprometerse de una manera distinta en su relación con los países africanos, uno que genere "asociaciones respetuosas que escuchen más y hablen menos, generen crecimiento a largo plazo en lugar de soluciones a corto plazo, y construyan un continente más libre, seguro y próspero".

(dzc/rml)