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Refugiados en la ruta de los Balcanes: violencia y muerte

Doris Pundy
15 de abril de 2019

La situación es cada vez peor para los refugiados que quieren llegar a Europa Central desde Grecia. Denuncian violencia policial y arrestos arbitrarios. Sin embargo, miles de personas siguen usando rutas peligrosas.

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Griechenland Kämpfe zwischen Polizei und Migranten in Diavata
Imagen: AFP/S. Mitrolidis

A principios de abril, la policía griega utilizó gas lacrimógeno, cerca de la ciudad griega de Tesalónica, para evitar que los migrantes se dirigieran hacia la frontera con Macedonia del Norte. En las redes sociales se dieron a conocer una serie de informaciones falsas, según las cuales se habrían abierto los cruces fronterizos hacia el norte de Macedonia y Albania. Alrededor de 2.000 personas creyeeron en el rumor y se dirigieron al norte de Grecia con el objetivo de llegar a Europa Central y Occidental. Después de tres días, los últimos migrantes se dieron por vencidos y regresaron a sus lugares de partida.

Muchos de los aproximadamente 70.000 migrantes que residen en Grecia y los Balcanes Occidentales quieren seguir viajando hacia el norte, pero se enfrentan a varios obstáculos. Macedonia del Norte y Hungría construyeron, en los últimos años, cercas con alambres de púas en las fronteras del sur. Bulgaria, por su parte, es conocida por sus duros métodos represivos contra los migrantes. Todo esto originó que naciera una ruta alternativa en los Balcanes.

Grecia

El punto de partida de esta ruta sigue siendo Grecia. Según la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas (OIM), allí hay alrededor de 60.000 migrantes. Están alojados en instalaciones o campamentos de refugiados. Las organizaciones humanitarias critican las condiciones en los alojamientos en las islas griegas, cerca de la costa turca. Hay muy poco espacio, y los refugiados no tienen acceso a baños limpios o a agua.

Desde que en 2016 se aprobó el acuerdo entre la UE y Turquía con el fin de mejorar el monitoreo de la frontera marítima, ha llegado un número significativamente menor de migrantes a Grecia, a través del Mediterráneo oriental. Según la información de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas de la UE, Frontex, 34.000 personas lo lograron en 2018; según la OIM, 5.600 en los primeros meses de 2019. Probablemente,  más personas intentarán cruzar el Mediterráneo cuando el clima sea más cálido. En 2018, 174 personas fallecieron en el intento. En 2019 ya se ha producido una docena de muertes.

Migrantes en Bosnia haciendo cola para recibir comida.
Migrantes en Bosnia haciendo cola para recibir comida.Imagen: picture-alliance/dpa/A. Emric

Bosnia y Herzegovina

Sin permiso de entrada, los inmigrantes tienen dificultades a la hora de cruzar las fronteras entre Grecia y Macedonia del Norte y de Serbia a Hungría. Por este motivo, nació una ruta alternativa hacia Croacia a través de Albania y de Bosnia-Herzegovina. Según un informe de la OIM, hay unos 10.000 migrantes en los Balcanes Occidentales y, de estos, 4.000 en Bosnia. Este dato confirmaría que la ruta de los refugiados ha cambiado hacia el norte.

El gobierno de Bosnia espera un mayor aumento de refugiados de camino hacia la UE. El ministro de Seguridad de Bosnia, Dragan Mektic, dijo a la agencia de noticias AFP que prevén una "escalada del problema migratorio". El año pasado, la UE concedió a Bosnia unos nueve millones de euros para alojar a los refugiados.

Una larga frontera, en parte, montañosa separa a Bosnia y Croacia. Amnistía Internacional critica el trato de la policía fronteriza croata hacia los migrantes: estos fueron devueltos a Bosnia sin permitirles el acceso a un procedimiento de asilo. "Muchos describieron cómo fueron golpeados e intimidados y cómo les robaron y destruyeron documentos de viaje y teléfonos celulares", según un informe publicado en marzo. Croacia había rechazado anteriormente acusaciones similares.

Albania

Entre Grecia y Bosnia se encuentra Albania, uno de los países más pobres de Europa. Cada año, unos 20.000 albaneses solicitan asilo en la Unión Europea. Desde el establecimiento de la ruta balcánica alternativa, la policía albanesa está deteniendo a muchos más inmigrantes indocumentados. Según la OIM, alrededor de 3.400 en 2018 y 750, en 2017.

No se ha podido confirmar aún si en Albania se construirá un centro de acogida para migrantes rescatados en el Mediterráneo, como afirman algunos medios de comunicación. En cambio, Albania ratificó, a principios de este año, un acuerdo con Frontex para ayudar a detener a los inmigrantes sin permiso de entrada en la frontera albano-griega. Entre Frontex y Montenegro también existe una acuerdo similar.

Cercas de alambres separan las fronteras de Grecia y Macedonia del Norte.
Cercas de alambres separan las fronteras de Grecia y Macedonia del Norte.Imagen: Imago/ZUMA Press

Macedonia del Norte y Bulgaria

Desde que Macedonia del Norte cerró su frontera con Grecia a los migrantes, en los campos de refugiados del país reina la tranquilidad, informó la redacción de Macedonia del Norte de DW. Según el informe de la OIM, allí hay actualmente 35 migrantes.

Debido a los enfrentamientos entre migrantes y la policía griega, Bulgaria ha aumentado la protección de las fronteras, según el ministro del Interior búlgaro. La represión de Bulgaria contra los migrantes tiene definitivamente un efecto disuasorio: en 2015 y 2016, aproximadamente 20.000 personas solicitaron asilo en Bulgaria. En 2018, solo 2.500, según las estadísticas de la Agencia Estatal para Refugiados.

(rmr/chp)

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