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Responsables de bancarrotas deben pagar con patrimonio propio

DW-WORLD / jov 17 de octubre de 2008

Excesos de bolsas y bancos tienen que extirparse, así como hay que lograr que hasta los más sencillos trabajadores de una empresa obtengan parte del éxito y las ganancias, opinan columnistas europeos.

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Ni siquiera una limusina como esta cubriría las pérdidas de millones de clientes y ahorradores.Imagen: picture-alliance/Bildagentur Huber/Friedel

De Telegraaf, de Ámsterdam, Holanda: “Si la crisis crediticia marcara el fin de la avaricia de los altos gerentes de bancos e institutos que arriesgan el dinero de los clientes y ahorradores para llenarse los bolsillos.

Pero más importante sería que los responsables de las bancarrotas tuvieran que asumir las pérdidas financieras con sus propios patrimonios. Y eso no significaría tener que eliminar el principio de que el que trabaja más efectivamente más gana.

Pero los excesos tienen que extirparse, así como hay que lograr que hasta los más sencillos trabajadores de una empresa obtengan también parte del éxito y las ganancias.”

¿Regresar a la estricta disciplina del siglo pasado XX?

Iswestia, de Moscú, Rusia: “Tras la superación de la actual crisis financiera hay que trabajar en la construcción de otro orden. El mundo no puede hacer otra cosa que regresar a la estricta disciplina de mediados del siglo pasado.

También tiene que exigirse de Estados Unidos, como generador principal de esta crisis, que aplique severas reglas a su sistema financiero.”

¿Y el problema irlandés?

Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Frankfurt del Meno, Alemania: En comparación con la crisis de los mercados financieros, los demás problemas de la Unión Europea aparecen como irrisorios.

El ‘problema irlandés’ que dominó el debate por muchos meses, ha sido pospuesto sin que nadie lo perciba. Igual pasa con el calentamiento global que, en vista de los peligros de una recesión mundial, se ha disminuido la presión para que se llegue a acuerdos concretos.

Pero, en definitiva, hay que reconocer que la Unión Europea ha manejado aceptablemente la crisis bancaria. Este también es un bono para Sarkozy que ha podido emplear su excedente energía, primero en la crisis de Georgia y luego en la actual crisis de los mercados financieros. Lo que antes se le criticaba como indecisión, se ha convertido en oportuno pragmatismo.