¿Retorno a las cruzadas?
7 de octubre de 2004
El Servicio de Inteligencia alemán (BND) celebró un Simposio internacional sobre Terrorismo y Crimen Organizado en Berlín. En palabras del director del BND, August Hanning, hasta ahora el intento de convencer con valores occidentales a los habitantes de los países donde se cultiva el terrorismo, no ha tenido éxito. La resistencia frente a occidente y el llamado a la violencia de las organizaciones terroristas se vieron incluso reforzados con las víctimas civiles en Irak y Palestina.
Para el presidente del BND, Al Qaida y otras organizaciones criminales organizadas colaboran cada vez más estrechamente en cuanto a la falsificación de pasaportes, comercio de armas y de drogas. A Al Qaida le salió rentable el mezclarse en conflictos regionales, sobre todo en Irak. El país se encuentra ahora entre la paz y el caos y, caso de no triunfar la estabilización de la zona, Irak podría desmembrarse en zonas de influencia. Además existe el peligro de que los terroristas usen los conocimientos de los expertos iraquíes en armamento para provecho propio.
Religión y terrorismo
Hanning manifestó en el simposio su preocupación del aumento del odio en los países islámicos. Bin Laden cultivó entre sus fértiles seguidores la creencia de que occidente pretendía con sus cruzados invadir el Islam con afán de hegemonía, una explicación atractiva para muchos musulmanes que se sienten humillados. Los fallos de la “coalición” alimentaron el odio y los ataques a musulmanes son considerados por sus compatriotas como ataques a sus hermanos de religión.
También el ministro del Interior alemán Otto Schily califico de difícil la lucha contra el terrorismo internacional. La amenaza de las penas de cárcel no tiene ningún efecto sobre los terroristas suicidas. No se sabe con certeza como actuar y en base a que derecho se debe tratar a los sospechosos de terrorismo apresados en zonas de conflicto. Schily recomendó una actuación más rápida de los servicios secretos y una mayor cooperación internacional para combatirlo, en especial, en cuanto al intercambio de información.
Predicar con el ejemplo
El ministro se mostró partidario de aumentar la búsqueda y la presión internacional para eliminar cualquier “santuario para terroristas”. “Vimos como un territorio en crisis como Afganistán se convirtió en los últimos años en tierra de cultivo para los terroristas. Por eso es importante promover los valores democráticos en Afganistán para lograr una lucha efectiva contra el terrorismo a largo plazo”, añadió Schily.
“Son los terroristas los que nos están conduciendo a la guerra de religiones. Por eso hay que ser cauto al utilizar el término guerra. Es una lucha contra el terrorismo y no de religiones”, subrayó el ministro. Schily destacó además la importancia de que occidente represente los valores democráticos que pretende exportar. El peor golpe fue el provocado por las imágenes de torturas en la cárcel de Abu Ghraib y, según el ministro, seguirán vigentes durante algún tiempo.