Rousseff: Brasil quiere ser una potencia pacífica
9 de junio de 2015
En el marco de la cumbre UE-CELAC, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, habló en exclusiva con Deutsche Welle sobre las relaciones birregionales entre el bloque comunitario europeo y Latinoamérica. La mandataria calificó las relaciones como “estratégicas para la región”. “Europa, vista como una unidad, es un gran socio de comercio e inversiones. Queremos ampliar esas relaciones”.
“El Consejo de Seguridad no refleja la realidad”
Acerca del tratado de libre comercio entre MERCOSUR y la Unión Europea, que se está negociando desde hace 20 años, Rousseff aseguró que “desde la perspectiva del MERCOSUR y sobre todo de Brasil es de una importancia existencial concluir el acuerdo este año”. “Brasil hará todo lo posible e intentará lo imposible para concluir el acuerdo”, añadió. Asimismo destacó que se necesita “un acuerdo 2.0” con normas y estándares conjuntos que “eleven la cooperación a un nuevo nivel”.
Como potencia mundial, Brasil busca ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Al respecto, la presidenta explicó que junto con Alemania forma parte del grupo que lucha por un cambio en el Consejo de Seguridad de la ONU. “Creemos que el actual Consejo de Seguridad no refleja la realidad del mundo. Además, su actual composición no logra encontrar soluciones para los problemas”. Asimismo, Rousseff exigió un cambio en las instituciones financieras internacionales. “Las relaciones de poder en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial no corresponden a la realidad económica en el mundo”.
Venezuela en la mira
Deutsche Welle también pidió a la mandataria que evaluara la situación en el país vecino de Venezuela. Rousseff aseguró que todas las instituciones multilaterales en América Latina, sobre todo la UNASUR, se esfuerzan por defender los valores democráticos conquistados en el continente. Según la presidenta, Brasil trabaja en una política de apoyo, estableciendo algunos límites, para que el Gobierno y la oposición respeten las estructuras institucionales y democráticas, así como las leyes de Venezuela.
“Creo que a muchos les gustaría que le diéramos la espalda a Venezuela, así como durante mucho tiempo se hizo con Cuba. Pero, pese a tener diferentes ideas de lo que es una sociedad que funciona, así como de procesos políticos y económicos, tampoco lo hicimos en el caso de Cuba. Estamos convencidos de que el apoyo es lo mejor. En tanto, Estados Unidos ha iniciado la apertura y nosotros saludamos la iniciativa del presidente Obama y el presidente Castro, porque significa el fin de la Guerra Fría en América Latina”, explicó la presidenta.
“Jamás seremos una potencia regional que haga uso del garrote. Una potencia regional no tiene que intervenir. Más bien tiene que ser capaz de entender a las demás sociedades y luchar por su cambio”, señaló Dilma Rousseff. “El mundo se ha acostumbrado a las intervenciones militares. No creo que en ningún lugar esto jamás haya traído estabilidad. Creo que Brasil, más bien, debería ser un puente para el diálogo y el entendimiento, en contra de la intolerancia”, agregó.