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Siria solicita apoyo financiero a Moscú

Anne Almerling/Mirra Banchón5 de agosto de 2012

Al régimen sirio casi ya no le quedan aliados; con Rusia y China, con todo, puede seguir contando. ¿Es factible que Moscú apoye financieramente a Damasco?.

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Moscú, uno de los pocos aliados que le quedan a SiriaImagen: AP

Ni las llamadas del secretario general de la ONU,  Ban-Ki Moon; ni las propuestas del enviado especial Kofi Annan; tampoco las sanciones contra miembros de su gobierno: nada ha conseguido impresionar a Bashar El Assad. Aunque Damasco siente cada vez más la presión internacional, 18 meses después de comenzada la rebelión, Rusia y China siguen guardándole las espaldas.

Entretanto, el Gobierno sirio parece depender ya no sólo políticamente de Moscú. Según informes de la prensa, Damasco habría solicitado a comienzos de agosto asistencia financiera. Se trata de amortiguar las consecuencias de las sanciones de Occidente, que ahora incluyen las exportaciones petroleras. Durante su visita a Moscú, Qadri Jamil, vicepresidente sirio, se habría quejado de la falta de productos derivados del petróleo como el gasóleo. Según la agencia de noticias RIA Nowosti, Rusia considerará el pedido. Según observadores internacionales, las reservas de divisas sirias –que se calculan en unos 14 mil millones de euros- estarían a punto de agotarse.

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Qadri Jamil, vicepresidente sirio en Moscú, agosto 3 de 2012Imagen: Reuters

Ventajas para Moscú

“Rusia ha asumido la tarea de apoyar a Siria en la actual situación económica”, declaró Jamil. Pero no sólo Damasco saca provecho de ello. “A Rusia le interesa conservar un pie en Cercano Oriente.  Es uno de los pocos campos que le quedan para peso en la política internacional”, opina Gerhard Fulda, diplomático alemán retirado, por muchos años destinado en países árabes. Con la caída del régimen libio de Muamar el Gadafi la región de influencia de Moscú se habría reducido considerablemente.

Armamento para el Gobierno sirio

Con su veto en el Consejo de Seguridad, hasta ahora Rusia ha podido impedir medidas más contundentes de la comunidad internacional contra el régimen sirio. No es de extrañar: desde hace décadas, Moscú suministra armamento a Damasco.

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Bashar Jafari, embajador sirio ante la ONU, con el embajador ruso, Vitaly Churkin, agosto 1 de 2012Imagen: AP

La república árabe, que no puede competir con los recursos económicos de los Estados del Golfo, compra lo que puede permitirse; a cambio ofrece a los rusos una base para su flotilla de portaviones en el Mediterráneo. La pérdida de Tartus representaría para Rusia una retirada hacia el Mar Negro, sinónimo de un duro golpe para las centenarias ambiciones moscovitas de ser una potencia mediterránea.

Cambio preocupante

En opinión de Fulda, que Rusia apoye al régimen sirio también se debe al temor de las consecuencias que podría tener un cambio. “La alternativa a Assad sería un gobierno sunita, probablemente fundamentalista”, agrega.  Ello podría tener efectos en las repúblicas islámicas del Asia Central. Cabe resaltar que en los Estados que formaron parte de la Unión Soviética, Rusia tiene intereses propios.

Cooperar con Irán

De la misma manera que China, Rusia tiene mucho interés en mantener a raya el radio de influencia de Occidente y sus aliados –como Arabia Saudí- en un Medio Oriente tan rico en recursos. Por ello no sólo apoya a Siria sino que también coopera con Irán, el aliado más cercano de Damasco. Así, dado que Moscú no tiene problemas con las flagrantes violaciones a los derechos humanos del régimen sirio, no es descabellado que ponga a disposición de Damasco los rublos solicitados.

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El portaviones ruso Kuznetsov en el puerto de Tartus, SiriaImagen: picture-alliance/dpa

Autora: Anne Almeling/Mirra Banchón
Editora: Claudia Herrera-Pahl