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¿Salvará el petróleo árabe al mundo de la subida de precios?

8 de marzo de 2022

Las sanciones a Rusia no funcionarán hasta que el mundo reduzca su consumo de petróleo y gas rusos. Pero es difícil hacerlo sin aumentar los precios. Los países de Oriente Medio podrían ayudar. Pero, ¿quieren hacerlo?

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Manifestantes contra la guerra de todo el mundo quieren que sus gobiernos detengan las importaciones de petróleo de Rusia.
Manifestantes contra la guerra de todo el mundo quieren que sus gobiernos detengan las importaciones de petróleo de Rusia.Imagen: Michael Brochstein/Zumapress/picture alliance

A medida que se intensifica la invasión rusa de Ucrania, aumentan los llamamientos para boicotear el petróleo ruso. En un comunicado publicado la semana pasada, 465 organizaciones de 50 países pidieron a sus gobiernos que dejaran de utilizar la energía rusa.

"La adicción mundial a los combustibles fósiles está financiando el belicismo de Putin", decía el comunicado, firmado por organizaciones como Greenpeace, Extinction Rebellion y Fridays for Future, entre muchas otras.

En un análisis del mercado petrolero de principios de marzo del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, Rusia se sitúa como el segundo productor mundial de petróleo crudo, representando alrededor del 14 por ciento de la producción mundial de petróleo en 2021. Un 60 por ciento de las exportaciones rusas de crudo van a Europa, y otro 35 por ciento a Asia, señala el informe. Según los expertos, Europa paga a Rusia unos 350 millones de euros (382 millones de dólares) al día por el "oro negro”.

Como han señalado los autores del comunicado y expertos, si el mundo sigue usando el petróleo y el gas rusos, eso invalidaría las sanciones y los bloqueos internacionales que, se supone, deben persuadir a Rusia para que se retire de Ucrania.

Los productores de petróleo de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, se resisten a la presión mundial para aumentar la producción de petróleo y gas.
Los productores de petróleo de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, se resisten a la presión mundial para aumentar la producción de petróleo y gas.Imagen: Getty Images/J. Raedle

Dificultades para sustituir el petróleo ruso

La importancia del petróleo ruso es parte de la razón por la que este no ha sido sancionado. Y aunque los gobiernos quisieran hacerlo, tendrían dificultades para sustituirlo y, lo que es más importante, les resultaría difícil evitar que los precios del petróleo se disparen.

Ya antes de la invasión rusa de Ucrania, los precios del petróleo eran altos. Mientras el mundo se empezaba a recuperar de la pandemia de COVID-19, una demanda superior a la esperada se enfrentó a la escasa oferta de los productores. Debido a la guerra en Ucrania y a los temores de que se produzcan nuevas interrupciones en el mercado, los precios del petróleo ascienden ahora aún más.

Este lunes (07.03.2022), el precio del barril de crudo Brent se disparó hasta los 139 dólares, acercándose a su precio récord de 147,50 dólares, alcanzado en 2008. El crudo Brent establece el valor de referencia de alrededor de dos tercios del petróleo mundial. De acuerdo con el informe del instituto de Oxford, los analistas esperan un precio promedio del petróleo de unos 116 dólares por barril este año.

El aumento de los precios beneficia, obviamente, a Rusia, y también repercute negativamente en las economías occidentales. Por eso, la búsqueda de alternativas al petróleo ruso, así como de formas de contrarrestar las subidas de los precios de la energía, se ha vuelto aún más urgente.

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La producción sube, los precios bajan

Parte de la respuesta a ello podría estar en el mayor productor mundial de petróleo crudo: Arabia Saudita. Se cree que ese país y su vecino Emiratos Árabes Unidos (EAU) son los únicos dos grandes productores de petróleo que podrían aumentar la producción de reserva con relativa facilidad.

Sin embargo, sería difícil que su petróleo reemplace rápidamente el suministro procedente de Rusia, opina Karen Young, directora del Programa de Economía y Energía del Instituto de Oriente Medio, con sede en Washington. "Aumentar la producción no significa aumentar las exportaciones directamente para Europa. Los mercados del petróleo no se redirigen tan fácilmente", explica Young a DW.  

Young sostiene que la mayor diferencia que podrían hacer los sauditas es producir más petróleo para bajar los precios en el mercado mundial. A mediados de febrero, ya antes de que comenzara la invasión rusa, el Gobierno estadounidense ya había pedido a los sauditas y a los EAU que extrajeran más petróleo para aliviar los precios.

En la última reunión de la OPEP+ -la Organización de Países Exportadores de Petróleo más sus aliados, encabezados por Rusia- los miembros acordaron no desviarse de su plan de producción elaborado a principios de año. El grupo planeó aumentar lentamente la producción en 2022, después de que la pandemia de COVID-19 provocara una caída histórica de la demanda.

Durante una reunión del 2 de marzo, que duró solo 13 minutos, los 23 miembros de la OPEP+ se limitaron a decir que aumentarían la producción acordada de 400.000 barriles diarios en abril, y ni siquiera mencionaron la guerra de Ucrania en su documento final.

Por la invasión de Ucrania, Rusia viene recibiendo fuertes sanciones mundiales.
Por la invasión de Ucrania, Rusia viene recibiendo fuertes sanciones mundiales. Imagen: SERGEI SUPINSKY/AFP

Presión estadounidense podría ayudar

"La OPEP tiene desde hace tiempo la política de no cambiar la producción o la oferta en función de los acontecimientos geopolíticos", afirma Hasan Alhasan, investigador de la política de Oriente Medio del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. "Solo se modifican en respuesta a los cambios en los fundamentos del mercado", agrega.

Alhasan sugiere que una mayor presión estadounidense podría ayudar. Después de todo, Estados Unidos es un socio tradicional en materia de seguridad para las naciones del Golfo, y estas no se inclinan hacia Rusia. Pero ahora mismo, advierte Alhasan, esto es técnicamente un conflicto entre terceros. La percepción saudita del conflicto podría cambiar, sin embargo, si la guerra sigue empeorando y otros países -o incluso la OTAN- se involucran, o si se introduce una prohibición total del petróleo ruso.

La falta de sanciones a las exportaciones energéticas rusas mina el argumento de Europa, según Alhasan, y asegura que sin esas sanciones "es difícil argumentar por qué los Estados del Golfo deberían arriesgarse". Otros analistas sostienen que las relaciones en Oriente Medio deberían haber sido más cuidadas por Estados Unidos y la Unión Europea, especialmente ahora que la guerra de Rusia ha hecho que los productores de petróleo vuelvan a cobrar importancia.

(ct/cp)