Sanando al sistema de salud

La coalición de Gobierno acordó esta madrugada las líneas maestras de la reforma del sistema de salud, que, de momento, no pasa de ser un aumento de las cotizaciones, dejando para más adelante frenar la explosión de gastos.

Tras una sesión nocturna que duró unas nueve horas, la canciller, Angela Merkel, anunció el acuerdo poco después de las 03.00 GMT.

Con esta reforma se conseguirán a largo plazo "una serie de ahorros", pues se pretende evitar el despilfarro, señaló Merkel, pero sin entrar en detalles. Agregó que "ya el año próximo se verán los ahorros".

Una vez más y van...

No obstante, acotó, las cotizaciones al seguro de enfermedad deberán aumentar una vez más, un 0,7 por ciento a partir del 1 de enero de 2007, porque a los seguros de salud los amenaza un "déficit de unos 7000 millones de euros en 2007".

A partir de 2008, el seguro de enfermedad de los menores se irá financiando paulatinamente a través de impuestos, para lo que se destinarán 1.500 millones de euros en ese primer año; a partir de 2009, 3.000 millones de euros, y así sucesivamente. Para los niños se necesitarán al final unos 16.000 millones de euros por año.

Con esa medida, el Gobierno da un primer paso en la senda hacia desacoplar los costos que genera la salud de los costos de la mano de obra.

Seguro para niños, gratis

La introducción de un componente impositivo había sido uno de los principales puntos de disenso entre los socios de la coalición, y mientras los cristianodemócratas de Merkel sólo estaban dispuestos a recurrir a este instrumento para financiar el seguro de menores, los socialdemócratas pretendían aplicarlo a toda la población.

La diferencia básica entre ambas propuestas radica, como subrayó el líder de los socialcristianos bávaros, Edmund Stoiber, en que el modelo de Merkel prevé financiar a los menores con fondos de los presupuestos generales, mientras que los socialdemócratas exigían un nuevo aumento de impuestos.

El objetivo de ambos partidos es reducir a la larga los costos adicionales del trabajo, es decir los que no son sueldo o salario, principalmente aportes a la seguridad social, considerados uno de los impedimentos principales para crear empleo.

¿Compromiso o enfermedad?

La oposición, por su parte, calificó al compromiso mismo de "enfermedad". La gran reforma no es, agregaron tanto verdes como liberaldemócratas, que junto con los poscomunistas conforman la pequeña oposición en el Bundestag. Incluso en el propio Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se han oídos voces discordantes.

Por lo demás, los dos socios de coalición acordaron modificar por completo el sistema de financiación de la salud, que actualmente es sumamente complejo. En el futuro se prevé crear un único fondo público sanitario, al que fluirá el dinero para todos los seguros de enfermedad y que pretende elevar la competencia entre las distintas cajas.

En contra de lo que deseaban algunos socialdemócratas se mantendrán los seguros privados, pero, según indicó el presidente del Partido Socialdemócrata, Kurt Beck, se pretende obligar a éstos a tener que acoger a todo asegurado y no, como hasta ahora, a poder rechazar a los que no sean de interés para el seguro.

También reforma de impuestos empresariales

La coalición de Gobierno aprobó esta madrugada además los puntos fundamentales de la reforma de los impuestos empresariales, que entrará en vigor a partir de 2008.

Básicamente se trata de conseguir que la carga total del impuesto de sociedades sea inferior al 30 por ciento y de introducir un impuesto sobre el rendimiento de capitales.

El anuncio fue realizado esta madrugada por los jefes del Partido Socialdemócrata (SPD), Kurt Beck, y de la Unión Socialcristiana (CSU), Edmund Stoiber, tras explicar junto con la canciller y jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel, las líneas maestras de la reforma sanitaria.

El objetivo de esta reforma es reducir la carga fiscal de las sociedades de actualmente el 38,65 al 29,12 por ciento. Para ello se reducirá el tipo medio del 25 al 12,5 por ciento.

El impuesto sobre el rendimiento de capitales será de inicialmente el 30 por ciento, y a partir de 2009, del 25 por ciento.