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Sarkozy irrita

DW-WORLD27 de febrero de 2008

La popularidad del presidente francés va en sostenido declive. El estilo de Sarkozy está causando malestar no sólo dentro de su país, sino también entre sus vecinos, comenta la prensa.

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La personalidad de Sarkozy se vuelve en su contra.Imagen: picture-alliance/ dpa

Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: “Pompidou y Brandt, Kohl y Chirac, al igual que Chirac y Schröder en un comienzo, no se llevaban nada bien. En el caso de estos últimos, sólo el rechazo a la guerra de Irak lanzada por Washington los unió en una alianza por conveniencia. El hecho de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller Angela Merkel son poco compatibles a nivel personal era manifiesto desde hace tiempo, pero no se lo consideraba algo trágico. Sin embargo, París no tienen consideraciones para con Berlín. Ya sea que se trate del Tratado de Lisboa o de la liberación de las enfermeras búlgaras encarceladas en Libia, el gobernante francés continuamente reclama el grueso de los laureles. La suma de las irritaciones políticas paulatinamente está surtiendo un efecto negativo en las relaciones bilaterales”.

Activismo confuso

La Repubblica, de Roma: “La victoria electoral del año pasado fue un triunfo de Sarkozy pero, tras una brusca caída de popularidad, es visto como un presidente frustrado. Frustrado por el hecho inédito en la V República de que su jefe de gobierno, Francois Fillon, genere más aprobación que él. Fillon es discreto y tímido, es decir, la antítesis del atolondrado Sarkozy. Y, dado que presidente y jefe de gobierno reman en la misma dirección política, se puede deducir que lo que agrada de Fillon es su manera calmada, mientras que su carácter es lo que disgusta de Sarkozy. Lo que otrora le hizo ganar una gran popularidad, su activismo, parece ahora algo cada vez más confuso.”

Cuatro años de plazo

Le Figaro, de París: “Tal parece que Nicolás Sarkozy tendrá que acostumbrarse a ser permanentemente impopular. Las encuestas sobre las simpatías que genera el presidente siguen a la baja, semana tras semana. Desde ya está claro que el presidente deberá continuar con las reformas, dado que fue su afán reformista el que le reportó muchos votos en mayo del año pasado. Ahora dispone de cuatro años para consumar paso a paso la renovación del país y presentar la cuenta en 2012. Si para ese entonces Francia ha logrado la gran transformación que persiguen los políticos de gobierno, quizá haya más aprobación para el presidente”.

Figura non grata en campaña

La République des Pyrénées, de Tarbes: “El Partido Socialista, que en un comienzo no parecía una alternativa fuerte ni fiable, probablemente sea el gran ganador (en las próximas elecciones municipales). La forma de actuar de Sarkozy es el blanco de las críticas. Los candidatos de derecha ni siquiera quieren que el presidente les ayude en la campaña electoral a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando se peleaban por contar con su presencia. Algunos de ellos incluso han retirado el emblema del partido de gobierno, el UMP, de sus afiches electorales”.