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Encuentro de ministros del G20 en París

18 de febrero de 2011

Para reformar el sistema económico mundial, en la agenda de la presidencia francesa del G20, el primer paso está dado: un discurso del presidente Nicolás Sarkozy en París ante delegados de las 20 mayores economías.

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Sarkozy, anfitrión del encuentro ministerial del G20 en ParísImagen: AP

En su discurso inaugural del encuentro ministerial del G20 en París este fin de semana, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, exhortó a apoyar a tunecinos y egipcios, “nuestros amigos” en el camino de la democracia y el progreso económico y social. “El éxito del cambio que han empezado Túnez y Egipto será también el éxito del G20”, subrayó el líder galo ante los ministros de Finanzas y los representantes de los bancos centrales de las economías más potentes del planeta.

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Nicolás Sarkozy, durante su discurso en el Palacio del ElíseoImagen: AP

El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, también acuden a un encuentro que debería comenzar a sentar las bases de un nuevo sistema monetario internacional, una nueva edición del encuentro en Breton Woods en 1944 que sentó las directrices del actual resquebrajado sistema.

Acuerdos difíciles

Del ambicioso plan de 18 puntos de Sarkozy, su ministra de Economía, Christine Lagarde, subraya cinco que, de lograrse, constituirían una gran base:

Identificar los desequiibrios en el sistema económico - midiéndoles con cinco indicadores clave-, reformar el sistema financiero internacional, regular mercados financieros, estabilizar los precios de las materias primas e invertir en los países en desarrollo en la lucha contra el cambio climático.

Grandes metas, cuyo primer punto ya se desmoronaba antes de comenzar el encuentro: India, China, Brasil, China y Sudáfrica no aceptan los indicadores del primer punto, que incluyen balance de pagos, tipos de cambio reales y reservas.

No son sólo los BRIC los que se oponen: Wolfgang Schäuble, el ministro alemán de Finanzas, dejó claro que Alemania no aceptará plan contra los desequilibrios mundiales que implique una desventaja para las exportaciones de su país. "Hay que prestar atención para no tratar cosas diferentes de una misma forma", aseguró Schäuble, para quien no es comparable el superávit germano con el de un país que obtiene ventajas comerciales mediante la manipulación de su moneda.

Importancia para el FMI

Así, en su discurso, el jefe del Elíseo apeló a las conciencias afirmando que la coordinación entre los miembros del G20 es un deber para poder hacer frente a la crisis, subrayando que “dar la prioridad a los intereses nacionales, sería la muerte del G20”. La coordinación requerida para lograr los grandes objetivos de reforma estaría en el Fondo Monetario Internacional, organismo que debería ser reforzado, pues “para trabajar según las reglas del juego en todos los ámbitos, el FMI precisa de medios y de poder para ejercer una función de vigilancia”.

¿Un espaldarazo a su compatriota Dominique Strauss-Kahn? Según varios medios, aparte de presentar sus planes de reforma ante los ministros de Economía, en la agenda del líder galo para esta reunión está no dejarse robar cámara por Strauss-Kahn, quien según los sondeos tiene buenas probalidades de ser el siguiente en ocupar la silla de Sarkozy.

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Dominique Strauss-Kahn (izq9 a su llegada al encuentro (18.02.2011)Imagen: dapd

Paso a paso

"Habremos dado un gran paso adelante si llegamos a un principio de acuerdo sobre los elementos que permitan medir los desequilibrios", aseguraba la ministra Lagarde antes de la reunión.

La reticencia de China era manifiesta ya antes de la reunión. Según Pekín, el FMI se equivoca en su visión de que yuan esté depreciado artificialmente. En ese contexto, Sarkozy advirtió de perderse en debates acerca de los indicadores y de distraerse de lo esencial: abordar la discusión de una reforma del sistema monetario internacional dominado por el dólar desde la Segunda Guerra Mundial. La tarea es compleja y llevará tiempo y muchas citas, la siguiente está ya clara: “Estoy contento de que China nos invite a Shenzhen a fines de marzo”, anunció Sarkozy.

Autora: Mirra Banchón /dpa/tv5
Editor: José Ospina Valencia