SARS: vacuna en dos años
10 de mayo de 2004
Una vacuna para prevenir el contagio con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) sólo será posible en unos dos años. Este es el pronóstico del médico alemán Rolf Hilgenfeld que participa en la Conferencia Internacional contra la Diseminación del SARS que tiene lugar desde el anterior fin de semana en la ciudad de Lübeck, al norte alemán. Hasta ahora la prevención del SARS se ha limitado a aislar el paciente.
En el encuentro científico participan alrededor de 300 científicos de Europa, China, Canadá y los Estados Unidos. Desde la primera transmisión de SARS, detectada de animal al hombre, se han contagiado unas 8.500 personas y han muerto más de 800 en diferentes partes del mundo.
El equipo de investigadores en torno a Hilgenfeld fue el descubridor de la estructura enzimática del virus corona desvelando así el "talón de Aquiles" del letal mal. En la búsqueda de un medicamento contra el Síndrome Respiratorio Agudo Severo las investigaciones se centra en las enzimas que dirigen el acople del virus a las células humanas.
Según Hilgenfeld, "hay esperanzadores indicios de la efectividad de una probable vacuna basada en encimas tratadas con ingeniería genética". Pero las cosas no son tan fáciles como parecen. Hilgenfeld advierte también sobre los riesgos de una vacuna con virus corona debilitados, pues por "la constante mutación del virus en cuestión podría desarrollarse otra cepa viral peligrosa" cuyas consecuencias son imprevisibles.
En los últimos días, han sido reportados 9 nuevos casos de infección de SARS en China. Pero aún faltan varias cosas por aclarar sobre la vías de transmisión del virus corona que afecta a los humanos. "Hay algunos casos en los que aunque los afectados no han tenido contacto ni con personas ni con animales enfermos el virus que provoca el SARS ha sido detectado", advierte el científico alemán.
Esto hace pensar a los investigadores que las personas portadoras del virus - aunque no presenten síntomas - representarían un alto riesgo de difundir la enfermedad. Las investigaciones se centran pues en diferentes focos. Lo cierto es que, hasta que no sea demostrado lo contrario, con un apretón de manos no se contrae la infección. Los besos empero, siempre han sido peligrosos.