Schröder y Merkel "se miden" en Baviera

El canciller Gerhard Schröder trató de conjurar los sondeos que vaticinan su derrota: "No hay razón alguna para meter en un saco la política que hemos hecho estos años e irnos. Todo lo contrario", dijo el jefe del Gobierno y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), quien llamó a sus filas a luchar con convicción por la victoria en las elecciones legislativas del 18 de septiembre.

Schröder quiso infundir ánimos a los suyos, precisamente desde el estado donde los conservadores gobiernan en solitario desde hace décadas y mientras los sondeos apuntan a una clara victoria de la Unión Cristiano Demócrata y su hermanada Unión Cristiano Social bávara (CDU/CSU).

"No hay motivo alguno para pensar que precisamente aquellos que ayer se durmieron vayan a organizar el relanzamiento económico hoy", siguió Schröder, en alusión a un eventual retorno de un gobierno conservador-liberal, a imagen del que lideró Helmut Kohl.

Quiere el duelo en TV

Schröder ratificó su desafío a medirse con la aspirante en dos duelos televisados -y no uno, como pretende la CDU/CSU-. "En las próximas siete semanas, tengo tiempo suficiente no para un duelo, sino incluso para dos", dijo Schröder.

Los estrategas de Merkel han pretextado premura de tiempo para limitarse a un solo debate, lo que se atribuye al temor de éstos a que el mediático canciller "se coma" ante las pantallas a la aspirante.

La canciller de todos los alemanes

Merkel, desde Múnich, no dio para nada impresión de fragilidad, sino que se presentó segura, pese a que Baviera no es precisamente un terreno propicio para esta candidata originaria del este de Alemania.

La aspirante puso énfasis en la palabra "todos", al afirmar que quería ser la canciller de toda Alemania. "Hacemos campaña para todo el país. De norte a sur, de este a oeste", puesto que "sólo si Alemania funciona de nuevo bien, se conseguirá el despegue del este", añadió.

Ante sus hermanadas filas -CDU y CSU- Merkel dijo que Alemania no puede seguir por la vía del "continuará" bajo el liderazgo de Schröder.

Alemania se encuentra ante unas "elecciones decisivas para su futuro", dijo Merkel. Las legislativas del próximo septiembre deben saldarse con un "relevo en el poder" para que Alemania recupere el rumbo "del crecimiento económico", prosiguió la aspirante a la

Cancillería.

CDU y CSU: "nada de falsas promesas"

Merkel, determinada a mostrar esa seguridad en sí misma que aún le falla en ocasiones, tomó incluso en broma, el regalo de un casco de montañismo que le dieron al fin de su discurso.

"Sé que no lo necesitaré para protegerme de la CSU", dijo, arropada en todo momento por Stoiber, el aspirante conservador en las legislativas de 2002 y que resultó derrotado por apenas 6.000 votos frente a Schröder.

Stoiber, vitoreado por los suyos, recordó que el programa electoral de la CDU/CSU no se basa en "falsas promesas" ni en populismos electoralistas, sino que es realista y "acorde con la realidad de lo que es factible y lo que debe hacerse".

Entre estos puntos, está el impopular plan de aumentar el IVA -impuesto sobre el valor añadido- del 16 al 18- por ciento, para abaratar los costes del empleo, que Merkel defendió de nuevo.