¿Se convertirá China en el salvavidas económico de Putin?
25 de febrero de 2022Mucho antes de que se agudizara el conflicto de Ucrania, Rusia comenzó a intensificar sus relaciones con China y ampliar sus vínculos comerciales. Pero ¿qué tan realista sería pensar que la cooperación económica con China podría compensar la pérdida de los negocios rusos con la UE debido a las sanciones? ¿Sería astuto de parte de Pekín seguir ahondando la brecha con Estados Unidos y la UE?
La importancia económica que China tiene para Rusia aún no es tan grande como la de la Unión Europea. Un vistazo al sector energético lo ejemplifica claramente: la UE importa anualmente 200.000 millones de metros cúbicos de gas ruso; China ni siquiera 40.000 millones.
También el intercambio de bienes y servicios entre Rusia y China es inferior al comercio ruso con la UE. Aunque ha crecido perceptiblemente en los últimos años, su volumen aproximado de 150.000 millones de euros no llega al de las transacciones comerciales con la UE. Incluso en el año 2020, marcado por la pandemia, este se elevó a casi 175.000 millones de euros. En 2013, antes de la anexión de Crimea, se cifraba en cerca de 350.000 millones de euros, según el Instituto de la Economía Alemana.
En opinión de Thomas Jäger, politólogo y docente de la Universidad de Colonia, a Rusia le tomaría años poder reemplazar a la UE por China como socio comercial. "A corto plazo no sería muy realista. A mediano plazo, Rusia sí se ha orientado hacia China, especialmente en lo tocante a los suministros de energía”, dice. Pero agrega que los chinos negociaron para obtener gas ruso a bajo precio.
Falta infraestructura
Actualmente, un gasoducto lleva este combustible de Siberia a China. De acuerdo con estimaciones basadas en datos de la empresa rusa Gazprom, la tubería, de unos 2.200 kilómetros de largo, transportó en 2021 cerca de 11.000 millones de metros cúbicos, lo que supone menos de un tercio de su capacidad máxima.
Tan solo el gasoducto Nord Stream 1, que existe desde hace una década y cubre 1.200 kilómetros entre Rusia y Alemania, tiene la capacidad de llevar un volumen de 55.000 millones de metros cúbicos anuales. El proyecto Nord Stream 2, que acaba de ser paralizado por el Gobierno alemán, podría transportar el doble. Según datos de la empresa petrolera BP, los países europeos y Turquía recibieron en 2020 unos 168.000 de metros cúbicos de gas ruso.
Tomaría décadas que Rusia pudiera entregar tales cantidades a China, en opinión de Thomas Jäger. "Ya se ha acordado construir nuevos gasoductos”, indica, pero estima que el horizonte para materializar los proyectos se extendería a 2045.
"La relación entre Rusia y China es calificada por ambos países como estratégica, pero es todo menos cordial. Es una cooperación por conveniencia, contra Estados Unidos, y las dos partes intentan fríamente materializar sus intereses”, explica Jäger.
Ian Bremmer, jefe de la empresa consultora Eurasia Group, piensa que Pekín ve a Moscú como aliado en su pugna con Estados Unidos. Considera que, si se produce una escalada mayor y se endurecen las sanciones occidentales contra Rusia, probablemente el Gobierno chino "ofrecerá a Moscú una mayor integración económica y tecnológica”.
Lo que está en juego para China
A juicio de Tsou Tzung Han, experto en China de DW, Pekín no arriesgará un mayor deterioro de las relaciones con la UE. Opina que lo más peligroso para China sería que Estados Unidos y la UE le suministraran menos productos de alta tecnología, como tecnología de semiconductores. "China podría ser blanco de sanciones de la UE si apoya demasiado a Rusia en el conflicto de Ucrania”, plantea.
Además, hace notar que Rusia no es tan importante para China como Europa en materia comercial. "Las exportaciones de China a la UE y Reino Unido son casi 10 veces mayores que a Rusia”, subraya.
Un análisis del think tank MERICS, en Berlín, postula que China probablemente evitará criticar a Rusia y quizá le ayude a mitigar los efectos de las sanciones, pero se esforzará al mismo tiempo por no seguir perjudicando sus relaciones con la UE y Estados Unidos. Algo cada vez más difícil de conjugar, mientras más escale el conflicto de Ucrania.
(ers/ms)