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Se recrudece la violencia en Israel y Palestina

9 de octubre de 2015

Este viernes fue el peor día desde que la tensión se reavivara hace varias semanas. Al menos 6 palestinos murieron y hubo cientos de heridos. Se retomaron las protestas en Gaza.

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Imagen: Reuters/A. Awad

Los ataques y disturbios llegaron hoy (09.10.2015) a la franja de Gaza, en una jornada en que siete palestinos murieron y tres israelíes resultaron heridos. Se trata de las primeras revueltas en la franja desde que se inició la ola de violencia, después de que el jefe de Hamás en el territorio, Ismail Haniye, llamase a convertir la tensión en una nueva intifada popular palestina, con el fin de "liberar Jerusalén". Haniye dijo durante el rezo musulmán del viernes en la principal mezquita de Gaza capital que el enclave costero "está preparado para unirse a una intifada completa".

Tras las oraciones del mediodía, cientos de palestinos se manifestaron en varios puntos cercanos a la valla fronteriza con Israel en el norte, este y sur de la franja, tirando piedras y cócteles molotov, lo que originó violentos choques. Según fuentes médicas palestinas, en los disturbios murieron seis palestinos y alrededor de 80 resultaron heridos por disparos del Ejército israelí. También se produjeron choques en Cisjordania, que causaron cerca de 140 heridos de munición real, mientras otro centenar tuvo que ser atendido por intoxicación con gases lacrimógenos.

En paralelo a los disturbios se registraron tres apuñalamientos de palestinos a israelíes y un ataque de un judío de ultraderecha contra cuatro árabes. Este último tuvo lugar esta mañana en la localidad de Dimona, en el sur de Israel, cuando un menor israelí atacó a cuatro residentes árabes, dos de ellos con ciudadanía israelí y los otros dos palestinos, al considerar que "todos los árabes son terroristas", según reconoció a la Policía cuando confesó su crimen.

Llamados a la calma

El siguiente ataque fue en Jerusalén, cerca de una parada del tranvía, donde un joven palestino agredió con arma blanca a un israelí, hiriéndole de levedad antes de ser detenido. Poco después, un palestino fue abatido en el asentamiento judío de Kiryat Arbá, en la localidad palestina de Hebrón, cuando trató de apuñalar a un policía. En la ciudad israelí de Afula, en el norte del país, una mujer árabe israelí de Nazaret sacó un cuchillo y trató de apuñalar a un guardia privado de la estación de autobuses, antes de ser neutralizada por disparos de la policía.

Las protestas se originaron en solidaridad con manifestaciones en Jerusalén y en la ocupada Cisjordania, donde las tensiones han dado paso a diez días de violencia en los que cuatro israelíes y al menos ocho palestinos han perdido la vida. La ola de violencia no ha tenido la intensidad de los levantamientos palestinos de fines de la década de 1980 e inicios de la década del 2000, pero los ataques han generado especulaciones sobre una posible tercera Intifada. Tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como el presidente palestino, Mahmud Abbas, han hecho llamados a la calma y la policía palestina sigue coordinando la seguridad con las fuerzas israelíes para restaurar el orden, pero hay pocas señales de que la tensión y la violencia vayan a disiparse.

MS (efe/rtrla)