Sigue la fricción entre Colombia y Venezuela
2 de septiembre de 2015
Las fronteras no son simples trazos en un mapa: también son un reclamo a través del cual articular el fervor nacionalista a uno y otro lado. El ataque cometido en agosto contra tres militares venezolanos, llevado a cabo por un supuesto grupo narco-paramilitar colombiano, ha acabado desencadenando una nueva crisis diplomatica entre ambos vecinos. “Desde Bogotá hay una campaña para matarme”, ha denunciado el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Una vez más, la escalada política no es simple retórica: el cierre de gran parte de la frontera binacional ordenado por Caracas ha llevado a la deportación de 1.100 colombianos residentes en los pueblos fronterizos. Otras 10.000 personas han vuelto a Colombia por temor a los presuntos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad venezolanas, acusación que las autoridades del país niegan. La porosa frontera de 2.219 kilómetros, paso fácil para el contrabando y el narcotráfico, se torna ya infranqueable para las familias divididas por el roce diplomático.
EAL (reuters, dpa, efe)