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Siria: calma en Alepo tras nuevo alto el fuego

15 de diciembre de 2016

La situación en Alepo se calmó luego de una jornada con fuertes bombardeos entre el Gobierno sirio y los rebeldes, y después de que entrara en vigor un nuevo alto el fuego que podría ayudar a la evacuación de civiles .

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Imagen: Reuters/O. Sanadiki

Se espera que este jueves inicien finalmente las evacuaciones de civiles y heridos de las zonas controladas por fuerzas rebeldes, las cuales se habían cancelado hoy más temprano, de acuerdo a portavoces de dos de los principales grupos opositores.

Sin embargo, la milicia libanesa Hizbolá, un componente clave de las fuerzas que apoyan al presidente sirio Bashar al Assad, advirtió que las conversaciones sobre la evacuación enfrentaban "complicaciones serias". Por su parte, un portavoz de una facción rebelde había dicho que el acuerdo no incluía la evacuación.

El martes se había pactado un cese del fuego, que fracasó rápidamente con la reanudación de los enfrentamientos. Ambos bandos se acusaron mutuamente de haber roto el acuerdo. Una flota de autobuses del Gobierno sirio que iba a llevar a cabo la evacuación de las zonas rebeldes abandonó la escena por la mañana luego de que reiniciaran los bombardeos, según informó una fuente progubernamental a dpa. "El retraso en la evacuación de los insurgentes, sus familias y otros civiles se debe a las diferencias entre los líderes insurgentes", añadió.

De acuerdo para hacer la guerra, en desacuerdo por la paz

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos informó más temprano sobre los ataques cruzados. Reportó bombardeos aéreos contra la zona opositora, sin especificar el número de víctimas, y el lanzamiento de disparos de artillería por parte de los rebeldes contra áreas bajo control gubernamental, provocando la muerte de ocho personas.

Además, informó sobre un ataque suicida con coche bomba, que mató al menos a otras diez personas e hirió a decenas.  El temor a saqueos, alimentado por informaciones sobre los robos de las milicias progubernamentales en las viviendas vacías, hicieron que algunos quemaran sus automóviles y sus efectos personales. 

Los activistas y trabajadores médicos manifestaron su temor a represalias por parte de las fuerzas gubernamentales y sus aliados, entre ellos las milicias chiitas. Por su parte, el presidente Al Assad apareció en una entrevista emitida por la televisión rusa. Dijo que el Gobierno iba a continuar atacando a sus opositores después de reconquistar totalmente Alepo. "No habrá alto el fuego", señaló. Y aclaró que sólo los "terroristas" que se entregaran o abandonaran la zona iban a poder recibir indulgencia.

Además, dijo que si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, decidía encarar la lucha contra el terrorismo en serio, sería un "aliado natural" de Siria. En este momento, aseguró, todos los grupos sirios a los que Estados Unidos considera opositores moderados en realidad son extremistas y terroristas.

JOV (dpa, n-tv)