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Siria: fuerzas de Al-Assad tienen cada vez menos soldados

14 de marzo de 2013

Un informe publicado en Londres asegura que las deserciones y las muertes desangran a las Fuerzas Armadas.

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A Syrian rebel aims his weapon towards a position held by regime forces during clashes in the northern city of Aleppo on February 8, 2013. Syrian forces shelled rebel belts, the Syrian Observatory for Human Rights said, as an army offensive raged into a third straight day. AFP PHOTO/AAMIR QURESHI (Photo credit should read AAMIR QURESHI/AFP/Getty Images)
Syrien - Rebel mit MaschinengewehrImagen: Getty Images

Un informe dado a conocer este jueves (10.03.2013) en Londres asegura que las tropas del presidente sirio Bashar al-Assad han sufrido una sensible baja desde que comenzó la guerra civil en el país, en marzo de 2011. Según el estudio, el mandatario actualmente tiene a su disposición la mitad de las fuerzas existentes al momento de iniciarse el conflicto.

Entre las razones del descenso está la deserción y también la muerte de los uniformados. De un total estimado en 220.000 hombres alistados en las Fuerzas Armadas en 2011, Al-Assad contaba con apenas la mitad de ellos en el otoño boreal de 2012. "La suma de la deserción, el abandono y las pérdidas en el campo de batalla han tenido un gran peso en el conflicto”, dice el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, en su informe titulado "El equilibrio militar".

Incluso esa cifra de poco más de 100.000 hombres incluye a los reservistas, entre los cuales también hay muchas deserciones y objetores que cuestionan la viabilidad moral de los bombardeos de poblaciones civiles indefensas, una de las tácticas de combate que han usado las fuerzas bajo el mando de quien aún es la autoridad del país.

Alemania dispuesta a conversar

Una forma de hacer frente a esta sangría es convocando a ex soldados de sus reservas al servicio activo para reforzar al Ejército, pues son cada vez más los conscriptos que se niegan a reportarse cuando son llamados, y muchos de ellos prefieren presentarse a combatir del lado de los rebeldes, en una guerra civil que ya tiene dos años y que, según las últimas cifras de la ONU, ya deja más de 70.000 muertos y un millón de refugiados.

El Gobierno de Al-Assad sabe que los grupos rebeldes están disgregados y no tiene una coordinación adecuada. También sabe que se ve difícil una intervención directa de potencias extranjeras, aunque la solicitud elevada por Reino Unido y Francia de acabar con el embargo de armas a los rebeldes podría marcar un giro definitivo en el curso del conflicto.

Con respecto a esa propuesta, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, dijo que "cuando socios importantes de la Unión Europea tiene una visión distinta de la situación, nosotros obviamente estamos listos para hablar de ello de forma inmediata en la UE". Todo esto sucede mientras son cada vez más fuertes las denuncias de abusos cometidos por ambos bandos en conflicto.

DZC (Reuters, Der Spiegel)