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Sloterdijk: la religión sustituye a la seguridad social en EEUU

27 de junio de 2009

Peter Sloterdijk y Fernando Savater, dos destacados filósofos de Alemania y España, debatieron en el Instituto Cervantes de Fráncfort del Meno sobre el “retorno de la religión”, e hicieron reír a un auditorio repleto.

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Encuentro filosófico en Fráncfort del Meno.Imagen: DW

“Basta con ir a las librerías para darse cuenta de la magnitud del renacimiento religioso que se vive en numerosas capitales europeas”, dijo a modo de introducción el jesuita, teólogo y profesor de filología católica en la Universidad Johannes Gutenberg de Maine, Michael Sievernich, quien moderó el encuentro. “¿Será que en las sociedades modernas se produce un descarrilamiento que provoca el hambre espiritual, o es todo una ilusión?”, preguntó a Savater y a Sloterdijk.

Dos filósofos nacidos en junio de 1947 por una diferencia de cinco días. Los dos polémicos, incisivos y sarcásticos y con una fuerte presencia mediática. Fernando Savater (San Sebastián, 21 de junio de 1947), prolífico escritor y filósofo controvertido e iconoclasta, cuyas críticas al nacionalismo vasco le han cosechado amenazas de muerte de la organización separatista ETA, que lo acusa de españolista y centralista.

Peter Sloterdijk (Karlsruhe 26 de junio de 1947) es un filósofo heredero de la crítica social de la Escuela de Fráncfort de Adorno, Hockenheim y Habermas, que ha sabido llevar la reflexión filosófica a las masas a través de su programa bimensual Das Philosophisches Quartett ("el cuarteto filosófico"), que transmite la cadena pública de televisión alemana ZDF.

Fue un contrapunteo que tuvo atentos durante más de dos horas a los asistentes. La numerosa concurrencia fue una muestra del interés y la curiosidad que despierta en la opinión pública alemana el tema religioso.

La religión vuelve impuesta como un deber

Savater utilizó el término “liberalización democrática”, para explicar el derecho de los individuos en la sociedad moderna a adoptar una fe. “La liberalización democrática había convertido a la religión en un derecho de cada cual, pero no era un deber de nadie. Ahora, el retorno de la religión es, según algunas personas e instituciones, un deber de las sociedades”.

“Nadie se hubiera imaginado hace 40 años, en pleno movimiento del 68, cuando se vivía el enfrentamiento entre dos grandes bloques, la liberación sexual y se tenía una amplia paleta de exigencias y sueños, que cuatro décadas más tarde se produciría una vuelta a los fanatismos y a la legitimación teológica de actitudes políticas”, dijo el pensador español, recordando el desafío del extremismo islámico, los atentados terroristas del 11 de septiembre, los de Londres y Madrid, la teocracia iraní, así como el conflicto en Oriente Próximo.

Evangelistas protestantes en América Latina

“Por lo menos desde hace 20 años siente que le estoy pisando los talones”, bromeó Peter Sloterdijk, aludiendo a que Savater nació cinco días antes que él. Para el autor de Crítica de la razón cínica (1983), la obra filosófica más leída del siglo XX en Alemania, el retorno de la religión es un proceso que ya identificó Gilles Kepel en su libro La revancha de Dios, cuya tesis central advierte sobre una nueva y más estrecha relación entre la teología y la vida política desde mediados de los años 70.

El filósofo llamó la atención sobre la movilización de los evangelistas protestantes en Estados Unidos, que han desarrollado una nueva estrategia de conquista espiritual de América Latina. Un fundamentalismo protestante que tiene otra cara pero igual de fanática, en los ultraortodoxos de Jerusalén. Alemania no está vacunada contra esta tendencia. “Hay una serie de autores que afirman que los alemanes deberían volver a sus raíces cristianas porque el enemigo islamista está en la puerta, o está ya en casa y trabaja con el arma de la procreación, mientras que nosotros sólo podemos responder con una población cada vez de mayor edad”.

De un humor seco, Sloterdijk describió el sentir de una sociedad moderna como la alemana: “las personas están desmotivadas, se miran a sí mismas y no saben qué hacer, no sienten mucha convicción, ni entusiasmo… No quiero decir que haya depresión, pero hay un déficit de impulso, característico en un país en donde hay poco riesgo, donde hay pocas horas de sol. La vitalidad se encuentra venida a menos”, dijo lapidario, y acto seguido invitó al público a que observase por sí mismo la actitud de sus conciudadanos. “La demanda de religiosidad es la respuesta a un colectivo desmotivado”, aseguró Sloterdijk.

Peter Sloterdijk
El filósofo alemán Peter Sloterdijk.Imagen: DW

God bless America!

“El país más moderno del mundo es el más religioso. En él, el presidente aclama: ¡qué Dios bendiga América!”, recordó el presentador Sievernich refiriéndose a Estados Unidos. “Algo así jamás lo podría decir la canciller alemana, Angela Merkel”, añadió.

“Eso se aclara fácilmente”, apuntó Sloterdijk, aprestándose a explicar el misterio religioso del otro lado del Atlántico. “A diferencia de lo que ocurre en Europa, los estadounidenses no tienen seguros. ¡No están protegidos! Esta liberalidad que experimentamos en Europa tiene que ver con que estamos asegurados y de forma vertical”, concluyó el filósofo, refiriéndose a la infinidad de seguros que tienden a contratar los alemanes. Sloterdijk aclaró que la esperanza de que el Estado y el sistema social y de bienestar otorguen una cobertura completa ante los riesgos existenciales es ilusorio.

“En Estados Unidos, la situación se ha agudizado a tal grado que es impensable que un ateo llegue a la Casa Blanca si reconoce y dice que no cree en Dios”, dijo Savater. “Me impresiona que, en las elecciones presidenciales estadounidenses, los dos candidatos, dos personas maduras como en este caso Obama y McCain, se tengan que reunir en torno a un profeta televisivo o religioso para confesar sus pecados: yo, cuando era joven, fumé marihuana. O yo engañé a mi mujer, pero ya me arrepentí. Es un espectáculo insólito. Pero si no pasan por esa humillación, probablemente pierdan los comicios”.

El debate concluyó con una frase de Sloterdijk que quedó en la memoria: “la religiosidad es parecida a la musicalidad en las personas: toca lo más profundo del ser humano".

Autora: Eva Usi

Editora: Luna Bolívar Manaut