Ictiosaurios en la Patagonia
21 de mayo de 2012La zona austral de Chile es famosa en todo el mundo por sus paisajes. Pero además esconde tesoros del tiempo de los dinosaurios. Cuando el paleontólogo alemán Wolfgang Stinnesbeck, de la Universidad de Heidelberg, vio por primera vez las fotos de los fósiles de ictiosaurios encontrados en la Patagonia chilena, supo que estaba frente a un gran hallazgo. Los restos se encontraban en una zona del Parque Torres del Paine, en el extremo austral de Chile.
A causa del deshielo del glaciar Tyndall en la última década, quedó al descubierto una roca que contenía una verdadera fotografía en lo que alguna vez fue una cuenca marina: “Son los más australes y los más completos encontrados. Es muy importante porque muestran semejanzas con los europeos y nos pueden dar indicios sobre las conexiones entre los océanos hace 120 millones de años”, indica Stinnesbeck.
Para descifrar qué hay detrás de estos hallazgos, actualmente trabajan en un proyecto conjunto científicos del Instituto Antártico Chileno (INACH), la Universidad de Heidelberg y el Museo de Historia Natural de Karlsruhe, con apoyo de la Fundación Alemana de Investigación, DFG.
Desde hace cuatro años, un equipo de investigadores realiza expediciones a la zona. El sitio está a varias horas de caminata y por el clima sólo es recomendable trabajar en verano, cuando las temperaturas son menos frías. En estos trabajos en terreno han podido encontrar un gran número de ictiosaurios.
Estos reptiles marinos vivieron hacia el final de la era Jurásica y la mayor parte se extinguieron a comienzos de la Cretácica. Hasta ahora había muy pocos hallazgos y se ubicaban principalmente en Europa. “En el hemisferio Sur no se conocían animales completos y se pensaba que había una sola especie. Pero en las Torres de del Paine hemos encontrado hasta 40 ejemplares y de tres especies distintas”, explica Stinnesbeck.
Descifrando los misterios
Marcelo Leppe, paleobiólogo del INACH, cataloga estos descubrimientos como de nivel mundial. Además de tratarse de una gran cantidad de ejemplares, éstos están preservados en muy buenas condiciones. Incluso hay partes blandas como aletas y contenido estomacal, lo que es muy raro de encontrar.
Aunque se ven parecidos a delfines, con el hocico alargado con dientes, en realidad son reptiles. Los ictiosaurios eran animales marinos cazadores que nunca salieron a tierra, y a diferencia de los reptiles actuales, eran vivíparos, es decir, parían a sus crías vivas y no por huevos. “Hay ejemplares de medio metro hasta nueve metros, juveniles y adultos. Y también dos con sus crías en el abdomen” indica Marcelo Leppe.
Los fósiles encontrados corresponden al último tiempo de existencia de estos animales en el planeta y pueden dar importantes pistas sobre la vida en esa época. “Es como un puzzle, como trabajo de detectives”, indica Stinnesbeck. “La gente siempre escucha sobre la flora y la fauna del Parque Torres del Paine, pero no saben que toda esa zona era mar y que se veía completamente distinta. Pensamos que ahí había mucha vida en abundancia”, agrega.
La Patagonia con otros ojos
Un aspecto destacable de este proyecto de cooperación es la posibilidad de formar a nuevos investigadores. Judith Pardo, una joven bióloga chilena, oriunda de la región de los hallazgos, está actualmente doctorándose en Heidelberg gracias a una beca del DAAD. Ella fue precisamente quien llevó las primeras fotos de los fósiles al INACH. “Hemos ido formando capital humano en este proyecto para Chile y para la región, lo que es muy importante”, destaca Marcelo Leppe.
Actualmente Judith Pardo trabaja en Alemania en su tesis sobre esta investigación con los fósiles que acaban de llegar desde Chile. Una vez finalizado el proyecto, estos restos volverán a su lugar de origen, donde el INACH espera exponerlos en un museo que pueda difundir esta riqueza tanto a la comunidad local como a los numerosos visitantes que llegan atraídos por las bellezas naturales de la zona.”Esto abre un campo al turismo no sólo de paisajes sino también de exploración”, señala Leppe.
Los deshielos, que por una parte son una evidencia del cambio climático, en esta ocasión han dejado al descubierto un gran tesoro. Una zona rica en vida tanto en el mar como en la costa, donde se conservaron también fósiles de plantas, peces e incluso dinosaurios saurópodos o cuello largo. Estos últimos son la materia de estudio de un nuevo proyecto de cooperación de estos investigadores chilenos y alemanes que están descifrando los misterios de la Patagonia.
Autora: Victoria Dannemann
Editor: José Ospina-Valencia