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Suecia endurecerá condiciones a solicitantes de asilo

24 de noviembre de 2015
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Imagen: picture-alliance/dpa/B. Wüstneck

El Gobierno sueco presentó este martes (24.11.2015) un nuevo paquete de medidas para endurecer las condiciones para los solicitantes de asilo y aumentar los controles fronterizos con el fin de frenar la oleada de refugiados de los últimos meses. La coalición de socialdemócratas y verdes que gobierna en minoría Suecia, cuya política de asilo es una de las más generosas en Europa, pretende ajustar de forma temporal las reglas nacionales al nivel mínimo de la UE para reducir de forma “sustancial” la llegada de refugiados.

“Suecia ya no es capaz de acoger a peticionarios manteniendo el alto nivel de hasta ahora. Me duele decirlo”, dijo en rueda de prensa el primer ministro, Stefan Löfven, quien habló de una “situación insostenible” y de un "desarrollo dramático”. El paquete de medidas, que estarán vigentes durante tres años, establece permisos temporales para todos los refugiados salvo los del sistema de cuotas de reparto y limita también el derecho a reagrupación familiar, además de endurecer los requisitos económicos para poder mantener a los familiares.

Los controles fronterizos provisionales, restaurados hace dos semanas, incluirán todo el transporte colectivo que llegue a Suecia y no sólo como hasta ahora los trenes que conectan Copenhague con Malmö (Suecia) y las rutas marítimas desde Alemania. Löfven anunció una inminente reunión con los partidos de la oposición de centroderecha, con los que consensuó hace un mes una primera reforma de las reglas de asilo y que previsiblemente le darán el apoyo necesario al Gobierno rojiverde.

“Hemos acogido a 80.000 personas los últimos dos meses, lo que equivaldría a 25 millones en un año en la Unión Europea. Suecia es un pequeño país que hace un esfuerzo enorme”, afirmó Löfven, quien reclamó una solución conjunta a nivel comunitario. Suecia, el país de la UE que más refugiados per cápita acoge, espera hasta 190.000 peticionarios en 2015, según el último cálculo de la Dirección General de Migraciones, que ha tenido que recurrir a barracones, antiguas cárceles, escuelas y campamentos de tiendas de campaña para alojarlos y ahora estudia usar barcos y plataformas.

“Es una decisión terrible”, aseguró entre lágrimas la viceprimera ministra, la ecologista Åsa Romson, quien justificó que su partido siga en el Gobierno, pese a las críticas internas, porque si no habría riesgo de que se aprobaran medidas “aún más horribles”, apuntando a las presiones de la oposición. Las anteriores reformas impulsadas por el Gobierno sueco parecen haber provocado ya un ligero descenso en el número de peticionarios: la semana pasada se registraron 1.222, frente a los 1.507 de la anterior, según cifras oficiales. (EFE)