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Suiza se suma al espacio Schengen

Pascal Lechler/ eu/pk12 de diciembre de 2008

Con el ingreso de Suiza a la zona Schengen de libre circulación en Europa caen todos los controles a los viajeros que cruzan las fronteras del país alpino con sus vecinos: Alemania, Austria, Italia y Francia.

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Suiza ingresó al espacio Schengen.Imagen: picture-alliance/ dpa

A partir de este viernes 12 de diciembre de 2008 Suiza es parte del espacio Schengen formado por la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea, que armoniza los controles fronterizos externos. Aunque los controles terrestres y marítimos de personas dejaron de ser practicados a partir de la madrugada de hoy, debido a que Suiza no es integrante de la Unión Europea siguen en vigor los controles aduaneros.

También seguirán haciéndose revisiones vehiculares en caso de sospecha. Diariamente 700.000 personas cruzan las fronteras del país alpino con sus países vecinos. Los más beneficiados son los suizos y alemanes, que cruzan a diario la frontera para ir a trabajar. A través de Schengen, Suiza se acerca un poco más a Europa sin ser miembro del club europeo.

Libre circulación apenas visible

“El ingreso al espacio Schengen es apenas visible”, afirma Luzius Mader, subdirector de la Oficina Federal de Justicia del país alpino. “Los viajeros que crucen la frontera no se darán cuenta de mucho, pues como Suiza no es parte de la Unión Aduanera, la Policía de Aduanas seguirá controlando el transporte de mercancías”, asegura Mader.

El experto explica que el interés del país alpino en el ingreso al espacio Schengen tiene que ver con la seguridad. La policía suiza podrá en el futuro buscar información en el sistema de información Schengen (SIS) y la primera fase de prueba ya concluyó exitosamente.

“Las primeras solicitudes al sistema de información Schengen, abierto a las autoridades suizas desde mediados de agosto, han arrojado en muchos casos indicios de gran utilidad para el trabajo policial”, afirma Mader.

Ya hay una visa unitaria para todo el espacio Schengen, además, con el ingreso entra en vigor el Tratado de Dublín que regula a nivel europeo las cuotas de asilo que asumen los países miembros. Suiza cuenta con una de las cuotas más altas de refugiados de Europa y a través de este tratado puede rechazar a solicitantes de asilo cuando éstos hayan estado antes en otro país firmante del Tratado de Dublín. .

Escepticismo y desconfianza

Aunque podría esperarse que el número de solicitantes de asilo en Suiza se reduzca en el futuro, la organización AUNS, que promueve la independencia y neutralidad de Suiza, duda de que así sea. “Hemos visto ya un flujo creciente de personas procedentes del sur. Llegan a través de Lampedusa a Italia y de ahí toman el tren Eurocity a Suiza y el paso fronterizo ferroviario es controlado sólo en un 30 por ciento”, dice el director de AUNS, Hans Fehr. El experto dice tener muy poca confianza en el Tratado de Dublin. “Desde el punto de vista teórico es maravilloso, pero en la práctica es muy problemático”, dice.

Una postura muy diferente tiene la organización “Nuevo Movimiento Europeo Suiza” (Neue Europäische Bewegung Schweiz), que trabaja a favor de un rápido ingreso de Suiza a la Unión Europea y califica el ingreso de Suiza al espacio Schengen como motivo de fiesta nacional. La presidenta de la organización, Christa Markwalder, lamenta sólo que en el futuro Suiza quedará fuera de las negociaciones sobre el futuro desarrollo del Acuerdo de Schengen, pues no es miembro de la Unión Europea.

“Yo en lo personal, así como el Nuevo Movimiento Europeo Suiza, creemos que el derecho de voto es algo fundamental para Suiza. Por ello nos pronunciamos a favor de una pertenencia completa de nuestro país a la Unión Europea”, aseguró Markwalder.

Por ahora una pertenencia completa de Suiza a la UE es improbable. En todos los referéndums hasta ahora los suizos se han pronunciado a favor de un acercamiento con la UE, pero no quieren sentirse sometidos a los dictados de Bruselas.