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Surge una esperanza contra el H1N1

12 de junio de 2009

Mientras el laboratorio suizo Novartis se hace el portador de la esperanza con el desarrollo de su vacuna, el mundo científico investiga el origen de la cepa del H1N1 y el virus sigue difundiéndose.

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En el Taiwan Palace Museum se controla la temperatura de los visitantes como medida preventivaImagen: AP

El laboratorio suizo Novartis AG espera que la vacuna contra el virus H1N1 -declarado el responsable de la primera pandemia por gripe del siglo XXI por la Organización Mundial de la Salud- esté disponible en el otoño, antes de la temporada de la gripe en el Hemisferio Norte. La farmacéutica asevera que empezará en julio con las pruebas clínicas de la vacuna. Novartis, Sanofi-Aventis, GlaxoSmithKline y Solvay obtuvieron la cepa del virus y demostraron que era más rápido fabricar la vacuna sobre la base de células que sobre la base de huevos.

"Novartis ha completado exitosamente la producción del primer lote de vacunas de influenza A (H1N1), semanas antes que lo esperado", anunció la empresa que espera producir millones de dosis por semana. Después de ello, las acciones de Novartis subían en un 3,1 por ciento.

Un virus de entre 9 y 17 años

Según el último informe de la OMS, el virus H1N1 se ha expandido rápidamente, con 28.774 infectados confirmados en 74 países, incluyendo 144 muertes. Esta cepa habría estado circulando entre los cerdos por años sin que fuera detectada, informan, por su parte, investigadores de las Universidades de Edimburgo y Oxford y Hong Kong.

Según agencias, los investigadores aseveran que se ha descuidado el control de los animales y mostraron que es una mezcla de otros virus que habían estado circulando en cerdos, uno de los cuales era en sí mismo una mezcla que incluía secuencias genéticas como las de aves, cerdos y humanos. “La transmisión inicial a los seres humanos se dio varios meses antes de que se reconociera el brote", aseguran los científicos agregando que el movimiento de cerdos vivos entre Eurasia y América del Norte parece haber facilitado la mezcla de diversos virus de influenza porcina.

"Incluso pese a la vigilancia de la explosión en humanos, la falta de investigación sistemática en porcinos permitió la persistencia no detectada y la evolución del brote potencialmente pandémica por muchos años", señalaron. Con el método del "reloj molecular" compararon el virus actual con sus semejantes y estimaron su edad basándose en las mutaciones; el virus más cercano al H1N1 tiene una vida de entre 9,2 y 17,2 años. "Esta estructura genética podría haber estado circulando en cerdos por varios años antes de que emergiera en los seres humanos", destacaron los investigadores.

Pandemia no igual a pandemia

Por su parte, Thomas Löscher, del Instituto para Medicina Infecciosa y Tropical de la Clínica de la Universidad de Múnich, enfoca lo diferente –en relación a pandemias anteriores- de la situación mundial. Cuando en 1918 se difundió la gripe traída por soldados norteamericanos a Europa y dejó como resultado entre 20 y 50 millones de muertos en un año, buena parte del mundo estaba en guerra, lo que probablemente ocasionara debilidad en la población debido a deficiencias alimentarias. “Muchos expertos opinan, que hoy el número de víctimas mortales no sería tan grande. En ese entonces no había medicamentos ni vacunas”, aseveró Löscher en una entrevista concedida a la televisora alemana ARD. No obstante, enfatiza Kaufmann, los virus nuevos, como el H1N1, tienen una potencia pandémica innegable.

En la producción masiva radica el mal

“Más aún en la aldea global en la que vivimos”, dice por su parte el catedrático Stefan Kaufmann, director del Instituto Max Planck para Biología Infecciosa de Berlín, refiriéndose a la rapidez con la que en el siglo XXI seres humanos y animales llegan de un punto al otro del planeta.

“En donde debemos comenzar a trabajar es en el origen de las cepas. Donde hombres y animales viven muy cerca hay mayor riesgo, como fue el caso de Ebola y el HIV que pasó del mono al hombre”, declara Kaufmann agregando: “Otro punto a tener en cuenta es la producción industrial de animales. La gripe viene desde hace décadas a través de los animales: la gripe aviar proviene de la producción masiva de aves especialmente en China y Asia en general. Con la gripe porcina volvemos a vivir lo mismo”, critica Kaufmann puntualizando que el problema se agrava por el uso irresponsable de antibióticos en la cría de animales.

Como fuere, desde el reciente anuncio de Novartis, 30 Gobiernos –según informan agencias- han solicitado ya la sustancia básica para la producción de la vacuna. Y mientras la ministra francesa de Salud, Roselyne Bachelot, considera precipitado el aumento a pandemia por parte de la OMS, en Alemania los casos de infecciones siguen subiendo.

Autora: Mirra Banchón
Editora: Enrique López