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Un legado para el rescate arqueológico de los mayas

16 de enero de 2017

Fotos, diarios y dibujos de Teobert Maler permiten descubrir y conservar construcciones mayas en la península de Yucatán, gracias a un proyecto de arqueólogos mexicanos y alemanes.

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Grupo de arqueólogos de México y Alemania.
Grupo de arqueólogos de México y Alemania: las fotos de Teobert Maler ayudaron a la recuperación de este sitio.Imagen: Ibero-Amerikanisches Institut – SPK

Antiguas fotografías en blanco y negro revelan ruinas escondidas en medio de una tupida vegetación: construcciones mayas olvidadas, desconocidas para la gran mayoría. Se trata de los registros del explorador alemán Teobert Maler (1842-1917), en algunos casos el único testimonio de este patrimonio que ha sobrevivido al paso del tiempo.

"Maler tenía un carácter difícil, pero muy interesante. Tuvo muchos intereses, dejó toda su vida europea para quedarse en Yucatán, trabajó como fotógrafo, lo cual no traía gran éxito económico, y murió bastante pobre, en Mérida. Su figura y las fotos que dejó, para un arqueólogo son fascinantes”, comenta en conversación con DW la Dra. Iken Paap, arqueóloga del Instituto Iberoamericano de Berlín, donde se encuentra gran parte del legado del viajero alemán.

Teobert Maler.
El arquitecto y viajero alemán Teobert Maler hizo un registro de construcciones mayas. Gran parte de su legado se conserva hoy en el Instituto Iberoamericano en Berlín.Imagen: Ibero-Amerikanisches Institut – SPK

Sus diarios de viaje y decenas de fotografías fueron la pista que en la década de 1980 llevó a arqueólogos alemanes, españoles, franceses y mexicanos a salir en búsqueda de construcciones de las que hasta entonces se sabía poco o nada, como el sitio de Xkipché, donde realizaron excavaciones investigadores de la Universidad de Bonn en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).

"Gracias a esas imágenes, documentación y gráficos podemos cotejar lo que originalmente registró Maler y lo que ahora existe. En ocasiones obtenemos una gran ayuda que facilita las labores de conservación. Otras veces el registro de Maler es lo único que se conserva; por ejemplo la torre de Nocuchich con un rostro antropomorfo”, comenta a DW el arqueólogo mexicano Antonio Benavides, director del Centro INAH Campeche.

"Las fotos, textos y dibujos legados por Teobert Maler son de gran relevancia para quienes desean conocer el primer registro de buena cantidad de monumentos arqueológicos mayas, en especial de la península yucateca”, destaca Antonio Benavides.

Dzehkabtún y el rescate de sitios arqueológicos
"Maler era arquitecto, entonces tenía toda la formación para registrar arquitectura arqueológica. En los diarios hay descripciones de cómo llegó al sitio, de la gente que encontró, y croquis, dibujos y decripciones bastante exactos”, indica Iken Paap.

La arqueóloga trabaja en un proyecto en Dzehkabtún, en el norte del actual estado de Campeche, el cual codirige junto al Dr. Benavides. El sitio fue retratado por Teobert Maler –también conocido como Teoberto Maler- en 1887. Se trata de un proyecto conjunto del Instituto Iberoamericano y el INAH, con patrocinio de la Fundación Científica Alemana (DFG), de seis años de duración, que concluye el 2018.  

Las ruinas de Sayil.
Las ruinas de Sayil también fueron fotografiadas por Teobert Maler.Imagen: Ibero-Amerikanisches Institut – SPK

"Las fotografías de Maler son de gran valor para nosotros, porque por ejemplo en Dzehkabtún hoy  no queda mucho. Cuando lo fotografió todavía estaba el palacio completo y ahora ya casi no queda nada de la parte sur, por el robo de piedras para uso en la construcción de la hacienda que se levantó allí y también para material para la carretera del lugar”, explica la investigadora.

El proyecto de los investigadores alemanes y mexicanos contempla diferentes etapas que incluyen levantamiento o documentación de lo encontrado, excavación y consolidación. Esto es, componer con las piezas encontradas, sin añadir nuevas. Sólo en el caso de que la estabilidad de la construcción lo requiera, se agrega alguna parte o soporte.

El estudio ha arrojado interesantes descubrimientos, que hablan de una larga historia de ocupación del lugar, desde el Clásico Temprano (300-500 dC) hasta el Epiclásico (1100 dC).

El presente de lo pasado
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Aparentemente, el interés de Maler era lograr un registro total o un atlas lo más completo posible de vestigios prehispánicos mayas de la península. No cumplió su objetivo, pero hizo grandes aportaciones en la documentación fotográfica y en la descripción de todo aquello que pudo ver”, destaca Antonio Benavides.

Como parte del rescate de su obra, el año pasado fue expuesta una selección de fotografias impresas en gran formato –pertenecientes a la colección del Instituto Iberoamericano- en la galería abierta de las rejas de Chapultepec, en Ciudad de México.

Torre de Nocuchich con rostro antropomorfo.
Torre de Nocuchich con rostro antropomorfo. Esta foto del explorador alemán es lo único que se conserva de esta construcción.Imagen: Ibero-Amerikanisches Institut – SPK

Actualmente, se exhibe en el Museo de Arquitectura Maya en Campeche la exposición fotográfica "Teoberto Maler: El presente de lo pasado – Die Gegenwart des Vergangenen”, que muestra el contraste entre los originales de Maler y fotos de los mismos sitios después de ser consolidados por los investigadores. "La idea fue mostrar lo que hubo en tiempos de Maler, lo que queda hoy y cuál es el impacto del tiempo, de la destrucción y también del trabajo arqueológico de los mexicanos que hicieron muchísmo y también de proyectos extranjeros que trabajaron en el área”, apunta Iken Paap.

La muestra ha generado gran interés del público. "A la gente le interesa la diferencia entre ambas imágenes y aprecia la belleza de las fotos. Le ayuda a conocer esa parte de su patrimonio arqueológico. Esperemos que se incremente el interés por el pasado y el orgullo de contar con ese legado, tanto precolombino como el legado aportado por Maler”, indica Antonio Benavides.

Esta exposición se presentó anteriormente en la Instituto Iberoamericano, en Berlín, y forma parte de las actividades del Año Dual Alemania-Mexico.