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Terapia de cobre para el Alzheimer

ERS26 de abril de 2005

Científicos de la Universidad del Sarre llevan a cabo estudio sobre los efectos del suministro de sales de cobre a pacientes de Alzheimer, cuyos resultados hasta el momento parecen prometedores.

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Ejercicios para pacientes de Alzheimer.Imagen: dpa

La pérdida de la memoria, de la orientación y de la propia personalidad son los clásicos síntomas de uno de los males más tenidos de nuestro tiempo: el Alzheimer. Se calcula que tan sólo en Alemania entre 650.000 y 850.000 personas padecen de este tipo de demencia senil, que es una enfermedad neurodegenerativa crónica. Los expertos estiman que el número de afectados podría llegar a triplicarse en los próximos 50 años, debido a la evolución demográfica derivada de la creciente longevidad de la población.

Déficit de cobre

Si bien existen algunos tratamientos, la medicina aún no cuenta con una respuesta concluyente para hacer frente a este mal. Pero los esfuerzos continúan y, en Alemania, parece haberse encontrado una base esperanzadora para las investigaciones. Especialistas de la Universidad del Sarre y la Universidad Libre de Berlín descubrieron que los enfermos de Alzheimer presentan una concentración de cobre significativamente inferior a la habitual en el tejido cerebral.

La tesis de los investigadores es que si el nivel de cobre es demasiado bajo, la proteína APP que incide en el equilibrio del metabolismo celular de este mineral no logra realizar su función y produce entonces las placas que destruyen las células cerebrales. Según el profesor Thomas Bayer, director de la sección de neurobiología de la Clínica Universitaria de Psiquiatría y Psicoterapia de Homburg/Sarre, resulta factible suponer que una mayor ingesta de sales de cobre podría mejorar el estado de los pacientes.

Estudio promisorio

Para comprobarlo se está llevando a cabo un riguroso estudio clínico con 46 personas afectadas por el mal de Alzheimer. "A la mitad de los pacientes se les suministra, además de la medicación habitual, un inhibidor de la colinesterasa, ocho miligramos de orotato de cobre, mientras que el resto recibe un placebo", explica Bayer, quien dirige el equipo investigador. Ni los médicos tratantes ni los pacientes saben a quiénes se les administra la terapia de cobre en esta fase del tratamiento, que se lleva a cabo bajo continuos controles.

15 de los pacientes se encuentran ya en el último trimestre del primer año del estudio. Al cabo de éste, si se comprueba un efecto positivo del suministro de cobre, mediante tomografías computarizadas y otros exámenes, también los restantes enfermos recibirán esta terapia. Por el momento, los científicos se muestran optimistas y destacan que no se han presentado efectos secundarios negativos. Y, aunque aún sería prematuro cantar victoria, se justifica al menos una esperanza de frenar el avance del Alzheimer en sus estadios iniciales.