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Tifón Haiyan: una mortal combinación

Andrea Rönsberg/ ERS14 de noviembre de 2013

El cambio climático hace que suba la temperatura de los océanos y el nivel del mar. Eso favorece que se produzcan tormentas y marejadas de una intensidad tal, que ningún país está en condiciones de protegerse.

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Imagen: SAYAT/AFP/Getty Images

“Si las autoridades hubieran emitido una advertencia de tsunami en lugar de una de tifón, más personas habrían sobrevivido”. Es una cita del alcalde de la localidad de Tacloban, devastada por el tifón Haiyan, que reproduce la prensa. La gente no comprendió que un tifón podía producir marejadas con olas equivalentes a las de un tsunami.

Siete metros de altura llegaron a tener las olas cuando el tifón Haiyan tocó tierra en Filipinas, con vientos de 250 kilómetros por hora. “Fue la combinación de vientos y olas extremas lo que convirtió a Haiyan en un tifón tan mortífero”, indica el subdirector de la Organización Mundial de Meteorología (OMM), Jeremiah Lengoasa.

Al igual que otros expertos, Lengoasa se resiste a atribuir directamente este tifón al cambio climático. Sin embargo, hace notar que el cambio climático incide en el calentamiento de los océanos y la subida del nivel del mar. De acuerdo con un informe de la OMM, la temperatura de la superficie marina a nivel del mar fue entre enero y febrero la más alta registrada desde 2010.

Aguas cálidas

“Tormentas de este tipo se forman con más facilidad sobre aguas cálidas”, explica Lengoasa. Eso también se vio en Estados Unidos con el huracán Sandy. “Siguiendo las altas temperaturas de las aguas superficiales del mar, Sandy siguió una ruta inusual. Y también en Nueva York fueron sobre todo las marejadas las que causaron gran destrucción, igual que en Filipinas”, indica el entendido.

El tifón Haiyan, visto desde la estación espacial ISS.
El tifón Haiyan, visto desde la estación espacial ISS.Imagen: Reuters/NASA

En la región de Filipinas, el nivel del mar ha aumentado particularmente. Según la OMM, a escala mundial, el aumento promedio se cifró entre 1950 y 2010 en diez centímetros. En la zona de las Filipinas, fue de 35 centímetros.

Presumiblemente fue esta combinación de aguas marinas más cálidas con un alto nivel del mar lo que provocó que Haiyan haya desarrollado vientos y marejadas tan fuertes.

Nuevas condiciones

Tales son las nuevas condiciones para las que también deben prepararse otros países, según Saleemul Huq, del Centro Internacional de Cambio Climático y Desarrollo, de Bangladesh. “Una mejor preparación puede reducir perceptiblemente los daños y en especial el número de víctimas fatales”, indica.

Huq hace notar que, a comienzos de la década de 1970, un ciclón cobró 300.000 vidas en Bangladesh. Uno equivalente, en los años 90, dejó en cambio alrededor de 3.000 muertos, ya que dos millones de personas fueron evacuadas. En su opinión, eso se logró gracias a mejores sistemas de alerta temprana.

Las enseñanzas de Haiyan

Sin embargo, pese a que es necesario contar con mejores sistemas de alarma y alojamientos de emergencia, el caso de Filipinas demuestra, según Huq, que hay situaciones a las que la gente no puede adaptarse. Indica que Filipinas la gente fue advertida y acudió a los lugares indicados, “pero murió en los refugios, porque este fue un supertifón, algo sin precedentes. Por eso no estaban preparados”.

Saleemul Huq.
Saleemul Huq.Imagen: DW/A.Rönsberg

En opinión de Huq, eso convierte a Haiyan en un buen ejemplo de que es importante discutir no sólo cómo pueden los países industrializados ayudar a los en vías de desarrollo a adaptarse al cambio climático. A su juicio, también hay que discutir cómo los países industrializados podrían asumir el costo de los daños causados por fenómenos extremos para los que nadie puede prepararse.