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Tras la debacle de Cancún

1 de octubre de 2003

El sector exportador alemán, tradicional motor de la economía del país, acusa el golpe del fracaso en las negociaciones sobre la liberalización del comercio mundial y exhorta a salvar la ronda de Doha de la OMC.

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El sector exportador alemán insta a liberalizar el comercio mundial.Imagen: AP

El fracaso de la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), realizada en Cancún, asestó un duro golpe a los negocios internacionales y, por ende, también a los exportadores germanos. A juicio de Anton Börner, presidente de la Asociación Federal del Comercio Exterior y Mayorista alemán, el resultado constituye una debacle. No obstante, hace notar que no hay alternativa a la OMC y que es necesario mirar hacia adelante.

No a los acuerdos bilaterales

En este contexto, advierte enfáticamente del peligro de que surja un nuevo bilateralismo: "Si los países industrializados y los que se encuentran en los umbrales del desarrollo intentan sellar acuerdos comerciales sólo con aquellas naciones que les resultan relevantes, los países en desarrollo serán una vez más los perdedores". Börner subraya que es necesario salvar la ronda de negociaciones iniciada en Doha, y que Alemania debe intervenir activamente con tal fin.

En opinión del dirigente, los europeos deben seguir liberalizando el sector agrícola, por su propio bien. Lo principal, para él, es que se trate en la OMC el tema de un mejor acceso a los mercados. La organización que preside calcula que la eliminación de barreras arancelarias podría provocar beneficios del orden de 300 mil millones de euros.

Crecimiento moderado

Alemania tiene gran interés en que se siga liberalizando el comercio mundial. Las ventas al exterior aumentan, pero las perspectivas no son demasiado buenas. "No esperamos grandes sorpresas para el año 2003", indica Börner y especifica que las exportaciones crecerán probablemente un 3,5%, elevándose a 671 mil millones de euros. Las importaciones, por su parte, aumentarán en un 4,5%, alcanzando un volumen superior a los 545 mil millones, favorecidas por la fortaleza del euro.

No son cifras que causen mucho entusiasmo en Alemania, acostumbrada al éxito de sus productos en el exterior. De todos modos aumentará la participación germana en el mercado mundial, si bien no con el ritmo de antaño.

Mirando hacia el Este

La asociación prevé una ligera recuperación para el año 2004, en el que espera un incremento del 4,5% en las ventas al extranjero y de un 4% en las importaciones. En su opinión, las mayores oportunidades de crecimiento radican en la ampliación de la Unión Europea hacia el Este y en el intercambio comercial con Asia. En Cambio, la Unión Europea -que constituye el principal mercado para las exportaciones alemanas-, se encuentra alicaída. Por ello, las ventas a la región sólo aumentan en un 2,9%.

El panorama tampoco es alentador en Alemania. "Nuestra economía seguirá estancada el año entrante", vaticina Börner, quien prevé un crecimiento económico del 1,5%. En su opinión, las cosas cambiarán sólo cuando el país vuelva a ser puntero en materia tecnológica. Por ese motivo, recomienda poner mayor énfasis en el fomento de la investigación y la educación.