Trump llega a Hanói para cumbre con Kim
26 de febrero de 2019Diez horas después que Kim llegó Trump este martes (26.02.2019) a la capital vietnamita para la segunda ronda de su única gran apuesta diplomática, el proceso de distensión con Corea del Norte. El avión presidencial Air Force One aterrizó poco antes de las 9 de la noche locales en el aeropuerto internacional Noi Bai.
Silenciosa llegada de Trump
Su discreta ceremonia de llegada, que consistió apenas en un saludo a la delegación vietnamita que acudió a recibirle al aeropuerto y un trayecto en limusina blindada hasta su hotel, contrastó con su hábito de recurrir a tuits grandilocuentes para elevar el perfil de sus iniciativas.
Tal comportamiento encaja con el mensaje que ha enviado Trump en los últimos días: "No tengo prisa. No quiero meterle prisa a nadie. Lo que no quiero es que haya pruebas (nucleares y de misiles por la parte norcoreana). Mientras no haya pruebas, estoy bien", dijo Trump durante un acto el domingo en la Casa Blanca.
Trump quiso mostrarse optimista respecto a esta cita, asegurando el lunes en la red Twitter que espera con impaciencia "una cumbre muy productiva". Aunque el mandatario ha intentado rebajar las esperanzas de que en Hanói se alcance un acuerdo sustancial sobre la hoja de ruta para la desnuclearización de Corea del Norte, después de ocho meses de aparente parálisis en ese proceso tras la primera cumbre de Trump y Kim, celebrada el pasado junio en Singapur.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca adelantó la semana pasada que en este encuentro intentará coordinar una "definición compartida" de desnuclearización con Corea del Norte, una tarea no poco ambiciosa dado que Pionyang considera que ese proceso debería incluir también a Corea del Sur.
Multitud para Kim
Antes de la llegada de Trump, la normalmente tranquila estación de tren vietnamita de Dong Dang, fronteriza con China, se engalanó para recibir, este mismo martes, a Kim, tras un periplo de 4.000 kilómetros a bordo de su tren blindado verde oliva. Este es el primer viaje de un dirigente norcoreano a Vietnam desde el de su abuelo, Kim Il Song, en 1964.
Una guardia militar de honor, con impolutos uniformes blancos, recibió a Kim al avanzar por una alfombra roja rodeado de asistentes y personal de seguridad. Escolares enarbolando banderas norcoreanas saludaron al número uno del régimen norcoreano a las puertas de la estación.
Vestido con su tradicional traje tipo Mao, Kim saludó sonriente, antes de subir a un Mercedes Benz y partir en convoy en dirección a Hanói, donde fue recibido por una multitud.
Preparativos y expectativas, a discreción
El enviado especial de EE. UU. para Corea del Norte, Stephen Biegun, lleva ya cinco días en Hanói negociando con los norcoreanos los detalles de la cumbre.
Según informes de la prensa surcoreana, la cita, que se celebra este este miércoles y jueves, podría concluir con la firma de una declaración de paz en la península coreana, un documento político y no vinculante pero que tendría un peso simbólico claro en una región que sigue técnicamente en guerra desde el armisticio de 1953.
También se espera que EE. UU. y Corea del Norte establezcan oficinas "de enlace" en sus respectivas capitales, un primer paso en el camino para iniciar relaciones diplomáticas entre los dos históricos enemigos.
Muchos analistas ven probable, además, que Corea del Norte se comprometa a inutilizar su centro de investigación nuclear de Yongbyon, el lugar en el que el régimen ha fabricado el combustible para las seis bombas atómicas que ha probado hasta la fecha, a cambio de incentivos estadounidenses.
La gran pregunta es hasta qué punto está Estados Unidos dispuesto a relajar el sofisticado régimen de sanciones que ha impuesto a Corea del Norte durante los últimos años y si Pionyang considerará satisfactorias las concesiones estadounidenses.
Pocos detalles
Sobre el evento se conocen muy pocos detalles. El primer encuentro entre ambos líderes en suelo vietnamita se producirá la tarde de este miércoles, cuando compartirán un "breve saludo" a solas seguido de una cena privada, informó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
A la cena, que se celebrará previsiblemente en la Casa de la Ópera, asistirán dos altos cargos estadounidenses -el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney- y dos norcoreanos, entre ellos probablemente el responsable de la inteligencia, Kim Yong-chol.
rml (efe, afp)
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