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"Trump solo confía en su familia"

Michael Knigge
23 de enero de 2017

Los niños son la dinastía, las mujeres los accesorios. La biógrafa de Trump Gwenda Blair conversa con DW sobre la imagen de familia que tiene el nuevo presidente de Estados Unidos.

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USA Amtsübernahme Trump Eid
Imagen: Reuters/C. Barria

Deutsche Welle: La familia juega un papel muy importante para el presidente de EE. UU., Donald Trump. ¿Qué clase de "primera familia" es ésta?

Gwenda Blair: Vemos que su relación familiar es muy estrecha. Y él seguirá como siempre, es decir, velará por sus propios intereses. Siempre tuvo buen ojo para dar el mejor golpe en cada situación y, de este modo, sacar los máximos beneficios. Eso ha hecho como empresario y eso hará ahora en la Casa Blanca, a la que ve con ánimo de lucro. Por ello se apoya en su familia y sus hijos; su hija y su yerno trabajan estrechamente con él. No sabemos realmente cuán cerca estará su yerno en la Casa Blanca, pero sí está claro que lejos no estará. Esa es la forma de actuar de Trump, llegar y concentrarse en las opciones que se le ofrecen y cómo obtener ventajas ahora que es presidente.

Trump tiene cinco hijos y se ha casado tres veces. ¿Qué idea de familia hay detrás de esto?

Es su familia, en la que él confía. Yo creo que en realidad confía sólo en sí mismo y la familia es como una extensión de sí mismo. Es una familia muy unida. Trump tenía cinco hermanos y dijo hace tiempo que quería tener cinco hijos. Son de tres mujeres distintas, pero tiene sus cinco hijos, o sea que puede considerarse un padre y un esposo exitoso. Para él la familia es una unidad elemental y todos fuera de esa unidad son extraños.

La académica y escritora Gwenda Blair.
La académica y escritora Gwenda Blair.Imagen: Matthew W. Stolper

Trump ha sido acusado de nepotismo por haber nombrado a su yerno Jared Kushner como asesor en la Casa Blanca. También ha sido criticado por haber transferido la gestión de sus empresas a su hijo, porque podría generar un conflicto de interés dada su condición de presidente. Estas críticas parecen no afectarle. ¿Por qué?

Es un tipo inteligente. Más allá de que me guste o no, no hay duda de ello. Fue bueno buscando lugares donde hacer negocios. Fue bueno descubriendo cómo una bancarrota podía ayudarlo a estar 20 años sin pagar impuestos. Y ahora será bueno en encontrar recovecos desde la Casa Blanca. Y, por cierto, no hay ninguna ley que obligue al presidente a rendir cuentas por conflictos de interés. De alguna forma se las arregla para que los límites se difuminen y todo parezca como que "nahhh, son solo sus hijos".

Como lo que ocurrió con sus impuestos.

Que su yerno -y no un familiar sanguíneo- sea su asesor es también algo difuso. No existe ley alguna que lo obligue a respetar las normas que todos los otros empleados del Gobierno y miembros de su gabinete deben seguir. Y eso está claro para él. Así como tenía claro que no estaba obligado a hacer pública su declaración de impuestos. Todos los otros presidentes lo han hecho, porque es una vieja tradición. Pero Trump no está obligado a hacerlo, y ahí tienes un recoveco. Y lo mismo ocurre con sus hijos y su salida de los negocios. No lo hizo del todo porque hay un vacío legal.

Donald Trump con su hija Ivanka.
Donald Trump con su hija Ivanka.Imagen: picture-alliance/dpa/S. Thew

Los hijos de Trump parecen jugar un papel más importante que su esposa. ¿Coincide usted con esa apreciación?

De cierto modo, sus tres esposas fueron importantes. La gente ve en ellas tres modelos, las tres son muy atractivas, las tres son una especie de accesorio que embellece. Una modelo rubia como pareja tomada del brazo es un accesorio muy importante, un requisito muy importante y ellas han jugado ese rol muy bien. Finalmente son mujeres que están capacitadas para llamar la atención. Es su trabajo. Desde ese punto de vista, claro, son muy importantes.

¿Cómo son sus esposas?

Su primera esposa, Ivana, quería ser algo más. Quería formar parte de las empresas y su matrimonio fracasó. Él no quería a nadie cerca suyo. Él quiere a alguien que esté a su lado, a un paso de distancia, pero nadie que pueda opacarlo. Eso fue un desastre y así vino su segunda esposa, que no se propuso jugar ningún rol en las empresas. Y la esposa número tres tiene incluso menos ambiciones. La hemos visto en público a su lado. Nunca está delante de él, raramente dice algo y aparentemente ni siquiera estará con él en la Casa Blanca.

¿Diría usted que sus hijos, que son su sangre, son más importantes que sus esposas?

Eso parece. Las mujeres son los accesorios, los niños son el futuro. Ellos conforman la dinastía que progresa.

Gwenda Blair es la autora del libro "The Trumps: Three Generations That Built an Empire" (2001), ahora publicado con el título "Three Generations of Builders and a President", así como de "Donald Trump: Master Apprentice" (2007). Es profesora de periodismo en la Universidad de Columba, en Nueva York.