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Trump: un terremoto hemisférico

9 de noviembre de 2016

Desde México hasta Argentina, el triunfo de Trump traza nuevas coordenadas, perfilando un impacto que va mucho más allá de los efectos económicos que pueda tener una política proteccionista en Washington.

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USA Mexiko Donald Trump Pressekonferenz Ende
Imagen: Reuters/H. Romero

A tempranas horas de la mañana del "día después”, algunas monedas latinoamericanas, comenzando por el peso mexicano, se desplomaban en el mercado. Fue el primer impacto de la victoria de Donald Trump en la región, que por décadas Estados Unidos consideró su "patio trasero”. ¿Qué efectos tendrá el próximo cambio de gobierno en Washington a nivel hemisférico?  Hay grandes incógnitas, pero parece claro que las cosas cambiarán.

 "Creo que el intento que estaba haciendo Obama de reposicionar a Estados Unidos, normalizando las relaciones con Cuba, aproximándose a algunos países de la región, va a dar un giro importante, porque incuso con gobiernos neoliberales que en los últimos años se alinearon con Estados Unidos, Trump ya ha protagonizado conflictos importantes. Por ejemplo, con Peña Nieto, o con Macri, que es uno de los nuevos aliados de Estados Unidos en la región”, indica Leandro Morgenfeld, historiador y analista político argentino, autor de "Relaciones peligrosas, Argentina y Estados Unidos”.

La clave cubana

Morgenfeld recuerda que "en 2014, Trump fue uno de los pocos republicanos que apoyó a Obama en la política de apertura hacia Cuba. Pero en el último tiempo, para captar el voto de los latinos anticastristas de Florida, dijo que iba a dar marcha atrás en ese sentido”.

El tema de Cuba explica en buena parte la actitud electoral de anoche por lo menos en Florida, según Vicente Torrijos, profesor emérito de ciencias políticas de la Universidad del Rosario, de Bogotá. Considera que ante una "marcada elasticidad del presidente Obama frente a una dictadura que no ha mostrado ningún indicador de cambio real en su conducta interna”, muchos sectores de los votantes latinos "pensaron que Clinton sería continuidad, mientras que con Trump habría una ruptura esencial”.

Justamente en ello ve Morgenfeld "una fuente de conflicto”, porque es algo que permitió a Estados Unidos acercarse no solo a Cuba, sino a toda la región”. En su opinión, Estados Unidos va a tener ahora mucho más complicado su objetivo estratégico de reposicionarse en un continente donde otras potencias extrahemisféricas, como China, Rusia o India están incrementando su participación económica y política en los últimos años”.

Obama y Raúl Castro en Cuba
¿Se avecina el fin del deshielo que inició Obama con Cuba?Imagen: Reuters/C.Barria

Venezuela y Colombia

En el plano ideológico "Cuba sigue siendo el emblema del desafío a la influencia de Estados Unidos en el hemisferio. Sobre todo en un momento en que la Alianza Bolivariana ha llegado a un punto crítico en Venezuela”, plantea Torrijos. "La noticia del triunfo de Trump tiene que ser muy preocupante para Maduro, Ortega y Castro, pero también para un presidente como Juan Manuel Santos, que veía en un triunfo de Clinton la continuidad lógica y serena del modelo de negociación desarrollados con las FARC y que está empezando  desarrollar con el ELN”, agrega el académico, que forma parte del equipo de renegociación, por parte de la oposición. A su juicio, "si a Santos ya le resultó un duro golpe el resultado del plebiscito del 2 de octubre en Colombia, con mayor razón ahora se estrecha su margen de maniobra a nivel hemisférico con el triunfo de Trump, porque indudablemente el nuevo gobierno va a empezar a revisar el esquema de acompañamiento que Obama le había ofrecido a ese diálogo en Cuba, incluso con un representante directo del Gobierno de Estados Unidos en la mesa”.

Obama y Macri se dan la mano.
Macri había apostado por la continuidad política e Washington.Imagen: Reuters/M. Zabala

Más allá de los principales focos de tensión, el triunfo de Trump también tendrá impacto en los confines de la región. En Argentina, por ejemplo, va a obligar al Gobierno a recalcular su política exterior, según Leandro Morgenfeld. "Macri tuvo una política muy subordinada con el Gobierno de Obama en los primeros 10 meses; ahora tendrá que revisar esta situación, porque mostrarse cercano a Donald Trump en Argentina le va a traer un costo político y electoral interno que hay que ver si Macri quiere pagar”, afirma. Más aún, apunta: "Desde el punto de vista económico le va a traer dificultades, porque la política de Macri de reendeudar a la Argentina y atraer inversiones norteamericanas, en este nuevo contexto, me parece que no va a tener resultado”.