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Turismo en Italia: reserve y pague cupo para ir a la playa

Jonas Martiny
9 de agosto de 2023

Debido a los récords de visitantes, cada vez más ciudades y regiones del país están regulando la afluencia de visitantes - mediante prohibiciones, controles y tarifas.

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Turistas cruzan la Plaza de San Marcos de Venecia sobre tablas, debido a una inundación
La Plaza de San Marcos en Venecia. Muy concurrida, a pesar de estar inundada, como aquí el 25 de julio de 2023Imagen: Marco Sabadin/AFP/Getty Images

Venecia lucha contra los peores excesos del turismo de masas. Los infractores se enfrentan a fuertes multas: está prohibido pasear semidesnudo por la ciudad o bañarse en los canales. Además, está prohibido sentarse y acostarse en las aceras, los alrededores de las fuentes, las escaleras y los puentes.

La cifra oficial de turistas en Venecia en 2019 fue de 5,5 millones. Pero, además de eso, están todos los excursionistas de un día que multiplican varias veces el número total anual de visitantes. Pero la introducción de una "tarifa de entrada" para estos veraneantes, ya anunciada en varias ocasiones, se ha aplazado hasta el año que viene. Probablemente se probará en 20 días en los que la ciudad es especialmente concurrida, según un portavoz de la administración municipal.

Acceso a un cupo en playa solo con reserva y pagando

El municipio de Baunei, en Cerdeña, regula, por su parte, el acceso a algunas de las playas más populares, según el diario Il Messaggero. Sólo hay un cupo determinado de plazas al día, sujetas a pago y que deben reservarse con antelación. Según el instituto de estudios de mercado Demoskopika, el país batirá en 2023 un nuevo récord turístico. El número de visitantes ascenderá a más de 68 millones, casi tres millones más que en el año 2019.

También en las islas más pequeñas del país, donde el tráfico de coches aumenta bruscamente en los meses de verano, crecen los problemas. Por eso, los veraneantes ya no pueden llevar sus propios vehículos a las islas de Lampedusa y Linosa, situadas entre Sicilia y el norte de África.

Lo mismo ocurre en la isla de Procida, en el golfo de Nápoles."Es la única medida que funciona", cita Il Messaggero a su alcalde, Raimondo Ambrosino. "Somos la isla más densamente poblada de Europa, y para nosotros la movilidad es un problema". Cada año llegan a la isla, de sólo cuatro kilómetros cuadrados, 600.000 turistas que, de todos modos, sólo quieren pasear. Los coches y ciclomotores sólo causarían un caos innecesario.

Prohibidos los autos, andar torsidesnudo y sentarse en el suelo

Este verano también hay restricciones de acceso al lago Pragser Wildsee, en el parque natural de Fannes-Sennes-Prags, en la provincia septentrional italiana de Tirol del Sur. Sólo se puede llegar si se ha reservado entrada por internet con antelación, se utiliza el transporte público, se va en bicicleta o a pie.

La ciudad costera de Portofino, en la Riviera italiana, no muy lejos de Génova, aún no ha llegado tan lejos. Pero también aquí el alcalde ha tomado medidas. Miles de veraneantes abarrotan las estrechas calles que rodean el puerto los días de verano.

"El reglamento prohíbe las concentraciones en determinadas áreas donde el paso es tan difícil que hay que llamar a la policía para que controle a los peatones", afirma el portal Leggo, citando al alcalde de Portofino, Matteo Viacava. Circular por una zona restringida en Portofino: hasta 275 euros.

El diario Il Secolo XIX recuerda que en el centro de la ciudad ya no está permitido pasear descalzo, en bikini o con el torso desnudo. También está prohibido sentarse en las escaleras o en el suelo. "Nuestro objetivo no es ahuyentar a los turistas ni disuadirles de visitarnos", afirma el alcalde."Todo el mundo debe poner de su parte para contribuir a la belleza de Portofino comportándose decentemente".

(jov/el)