Turismo ecológico en Suiza
23 de agosto de 2011
Objetivo del proyecto: turismo de montaña respetuoso con el medio ambiente, eficiencia energética en edificios
Formas de energía: energía termosolar y fotovoltaica
Volumen de la inversión: 5,5 millones de euros
Reducción de emisiones: el equivalente a 300 toneladas de CO2 en más de diez años
Los glaciares se derriten, nuevas especies vegetales crecen en las montañas mientras otras desaparecen en los valles. El rastro del cambio climático se deja notar en los hábitats montañosos de forma mucho más evidente que en otras regiones del mundo. Es el caso de los Alpes Suizos. Desde mediados de la década de los 80 del siglo pasado, todos los glaciares que allí son medidos de forma regular han perdido longitud. Tan sólo en el caluroso verano de 2003, los glaciares suizos vieron menguada su masa de hielo en hasta un 5%.
Los cambios son palpables también en el turismo de montaña, una importante fuente de ingresos para las regiones alpinas. Entre otros efectos, el ascenso de las temperaturas provoca que las rutas de senderismo se vean desplazadas. Pretender contrarrestar los efectos del cambio climático a nivel local es poco menos que un imposible. Eso sí, el turismo de montaña debe intentar, cuando menos, que su actividad no suponga una carga adicional para el medio ambiente. Ése es el objetivo de nuevos proyectos desarrollados al abrigo del turismo ecológico.
Como, por ejemplo, el "Nuevo refugio Monte Rosa", inaugurado en 2010. El edificio es independiente desde el punto de vista energético. Produce la energía que consume sin recurrir al petróleo ni al carbón. Células solares instaladas en la fachada suministran la electricidad. Paneles termosolares ubicados sobre las rocas ayudan a calentar el agua sin generar ningún tipo de emisiones. El refugio cuenta también con sistemas ecológicos de ventilación e iluminación. Y si se genera más energía de la necesaria, un sistema de baterías se encarga de almacenarla.
Un reportaje de Sascha Quaiser