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Turquía: "ONU comete en Siria los mismos errores que en Bosnia"

13 de octubre de 2012

El primer ministro turco, Tayip Erdogan, criticó al Consejo de Seguridad de la ONU por su falta de acción en Siria, y compara impotencia de ONU con los errores que llevaron a masacres en Bosnia en los años 90.

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Primer ministro turco, Tayip Erdogan.

Las fuerzas del presidente Bashar el Asad emplearon ataques aéreos y artillería para bombardear a los insurgentes en varios frentes, tras 19 meses de un conflicto que amenaza con arrastrar a las potencias regionales sin indicios de avances diplomáticos.

Turquía, cada vez más implicada en la crisis tras interceptar un avión sirio que transportaba lo que Ankara describió como munición rusa para el Ejército sirio, enfureciendo a Moscú y Damasco, ha liderado las peticiones de una intervención que incluya zonas libres de tráfico aéreo vigiladas por aviación extranjera para detener los mortales ataques aéreos de las fuerzas de Asad.

Pero es improbable que la ONU apoye medidas duras. China insiste en que cualquier solución a la crisis siria debe venir de dentro, mientras que Rusia ha dicho que muchos sirios siguen apoyando a Asad. Por su parte, las naciones occidentales son reacias a comprometerse a una operación militar que podría desatar una guerra sectaria regional.

"El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha intervenido en la tragedia humana que se ha estado produciendo en Siria durante 20 meses, pese a todos nuestros esfuerzos", dijo Erdogan en una conferencia en Estambul a la que asistieron dignatarios como el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby. "Hay una actitud que fomenta, da luz verde a Asad para matar a decenas de personas cada día".

Recuerdos de Srebrenica

El derramamiento de sangre ha aumentado de forma drástica en los últimos dos meses, aunque ningún bando ha logrado avances significativos, mientras las fuerzas gubernamentales recurren principalmente a los medios aéreos y la artillería para combatir a los rebeldes.

Aunque se han registrado combates en todo el país, las batallas cruciales en lo estratégico se están librando en un arco en todo el oeste de Siria, donde vive la mayoría de la población.

El ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, tenía previsto reunirse con el enviado especial de la ONU en la región, Lajdar Brahimi, en un aparte de la conferencia en Estambul. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo esta semana que Brahimi visitaría Siria pronto para intentar persuadir a Asad de que convoque un alto el fuego inmediato.

El Gobierno desplegó aviones de combate para atacar a las fuerzas insurgentes que rodean los barracones militares de Wadi al Dayf, cerca de Maarat al Numan, en la provincia de Idlib, hiriendo a 22 rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los rebeldes capturaron esta semana Maraat al Numan, cortando la principal autopista norte-sur que conecta Damasco, Homs y Alepo, y las fuerzas del Gobierno tendrán que retomarla para reforzar y enviar suministros a Alepo, la mayor ciudad del país y núcleo comercial.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dividido con las potencias occidentales a un lado y Rusia y China en el otro, se ha mostrado incapaz de detener un conflicto que ha desembocado en una guerra civil con más de 30.000 muertos.

Erdogan señaló que un sistema que permite a una o dos naciones bloquear la intervención en una crisis humanitaria de esta gravedad es intrínsecamente injusto, y que Siria pasará a la historia como un fracaso de la ONU al igual que Bosnia en los 90.

Turquía: “En 2011 Rusia vendió a Siria mil millones de dólares en armas”

"Qué triste es que Naciones Unidas sea tan impotente hoy como lo era hace 20 años cuando asistió a la masacre de cientos de miles de personas en los Balcanes, Bosnia y Srebrenica", dijo Erdogan en la conferencia. La masacre en Srebrenica en julio de 1995 fue la peor en tierra europea desde la Segunda Guerra Mundial. Los cascos azules holandeses en el lugar abandonaron lo que se había designado como un refugio seguro de la ONU ante las tropas serbobosnias, que después asesinaron a 8.000 hombres y niños musulmanes y metieron sus cuerpos en fosas.

Las autoridades turcas habían expresado su esperanza de poder convencer a Moscú, que el año pasado vendió armas a Siria por valor de 1.000 millones de dólares (unos 771 millones de euros), para que suavizase su dura oposición al Consejo de Seguridad, y de que de tener éxito, China seguiría su ejemplo.

Pero las relaciones entre Ankara y Moscú sufrieron un nuevo revés esta semana, después de que Turquía obligase a aterrizar a un avión de pasajeros que volaba desde Moscú, y acusara públicamente a Rusia de enviar material militar a las fuerzas de Asad. Rusia ha dicho que no había armas en el avión y que transportaba un envío legal de equipos de radar.

Fuente: dpa

Editor: José Ospina-Valencia